Incertidumbre, desesperanza y llamados de justicia han surgido luego de la nueva tragedia ocurrida en México, en donde cerca de 40 migrantes, la mayoría guatemaltecos, perdieron la vida en un incendio en un centro de detención en Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua.
El tema fue abordado este miércoles, 29 de marzo, en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas, con la directora del Instituto sobre Dinámicas Globales y Territoriales de la Universidad Rafael Landívar, Úrsula Roldán.
La experta señaló que los espacios como el que ocupaban los migrantes cuando ocurrió el siniestro supuestamente son albergues, pero en realidad no es así.
“Ya eso se venía denunciando por la sociedad civil desde hacen mucho tiempo. Esos son centros de detención donde los migrantes viven una serie de vejámenes. Falta de su libertad, que es lo principal, pero también hay mala atención en temas médicos, de alimentación, abusos de autoridad, etcétera”, dijo.
En ese sentido, la entrevistada reiteró que los migrantes no son delincuentes, no tienen por qué sufrir estas situaciones y menos perder la vida por lo que consideró como una total negligencia de las autoridades.
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Alerta en la región para atender a migrantes
A criterio de Roldan, es inevitable no ver similitudes entre este hecho y la tragedia que ocurrió hace seis años en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, ubicado en San José Pinula, Guatemala, donde 41 niñas y adolescentes murieron y otras 15 resultaron heridas tras un incendio.
La directora compartió que hay un video que está circulando en las redes sociales sobre lo ocurrido en Ciudad Juárez, donde se observa que hay autoridades que pudieron abrir las puertas y resguardar a los migrantes, pero, según sus palabras, prefirieron que murieran intoxicados bajo el fuego.
En referencia a las declaraciones del presidente de México, Andrés López Obrador, con respecto a que el incendio fue provocado por los propios migrantes al prenderle fuego a las colchonetas mientras protestaban, Roldán dijo que culpar a las mismas víctimas es lo peor.
“Son personas que están buscando oportunidades, una vida mejor. No están delinquiendo. Ya se ha dicho que migrar sigue siendo un derecho, así lo quieran ver como una limitante administrativa al nivel de la región”, expuso.
Añadió que es un hecho muy lamentable que nuevamente enluta a muchas familias guatemaltecas, especialmente de aquellos departamentos que más están expulsando migrantes.
“Hay una indignación total por cómo se está abordando la situación, puesto que nuevamente se buscan culpables en quienes hacen esta cadena de tráfico de migrantes entre el país de origen y de destino”, refirió.
Finalmente, dijo que esto debe poner en un cuestionamiento muy serio a toda la región, pues no se puede seguir perdiendo vidas de tantas personas en este trayecto.
