En los alrededores del Parque Colón, zona 1 capitalina, se pudo observar este martes a vendedores fabricando y trasladando cientos de piñatas del diablo, a tan solo un día previo a su tradicional quema, que se realiza cada 7 de diciembre.
En comparación con años anteriores, donde se ha acostumbrado representar a políticos en las piñatas, este año es el tema del fútbol el que ha acaparado la atención.
Según comenta Marco Antonio González, fabricante de piñatas, la tendencia es “mundialista” y algunos clientes ya se han acercado, incluso desde principios de diciembre, para comprar diablos con los uniformes de sus equipos favoritos.
Los tamaños de piñatas de diablos varían desde las más pequeñas hasta los gigantes, que pueden ser de cinco metros. En cuanto a los precios, se indicó que oscilan entre los Q20 y los Q800.
Elaboración de las piñatas del diablo
Marco recuerda cómo comenzó hace 26 años en la fabricación de piñatas. Dice que la falta de empleo lo llevó a aprender el oficio junto a sus hermanas, con quienes continúa trabajando.
“El proceso de fabricación puede llevar entre dos horas a dos días”, explicó el entrevistado.
La elaboración de los diablos inicia con la realización de la base de alambre, luego pasa al empapelado con hojas bond y, por último, una persona se encarga de colocarle el color, el pelo, dientes y ropa, entre otros elementos.
Parte de las recomendaciones que el fabricante les hace a las personas para la quema responsable de sus diablos es no incluir productos inflamables, no excederse al colocar productos pirotécnicos, no hacer las fogatas cerca de los cables de energía y, mucho menos, en áreas boscosas.
Mientras tanto, el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) lanzó la campaña “Celebración sin contaminación”, enfocada en crear conciencia sobre el daño que ocasiona quemar basura.