La Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) anunció este miércoles el inicio del proceso de exhumación de restos humanos en la aldea San Miguel Los Lotes, Escuintla, el sitio más afectado por la erupción del volcán de Fuego en junio de 2018.
José Suasnávar representante de la FAFG señaló que desde principios de octubre llegó la maquinaria para remover escombros a San Miguel Los Lotes de donde esperan exhumar y encontrar entre 73 y 83 víctimas.
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Una de las primeras fases del proyecto de recuperación de restos humanos es establecer el listado con la identidad de las personas a quienes van a buscar bajo la capa de hasta seis metros de altura de ceniza volcánica que el volcán de Fuego arrojó el 3 de junio del 2018.
“Estamos en el área desde agosto y desde el 18 de septiembre empezamos a excavar manualmente, y la maquinaria llegó al sitio el martes de la semana pasada”, detalló Suasnávar.
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Por el momento han encontrado sólo el cuerpo de una mujer, quien ya fue identificada gracias a que tenía una prótesis dental.
La FAFG espera continuar trabajando en el lugar hasta mediados de diciembre del 2019.
Presupuesto para exhumaciones
La FAFG cuenta con un presupuesto de Q5 millones para realizar las exhumaciones, fondos que serán canalizados por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED).
Walter Monroy, subsecretario de la CONRED dijo que estas acciones son importantes para brindar un cierre de duelo a los sobrevivientes de la tragedia.
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“Queremos garantizar el debido resguardo y la cadena de custodia de los restos para poderlos dar al INACIF que es el ente que al final va a declarar e identificar a las víctimas”, dijo Monroy.
En el proceso trabajan 8 arqueólogos y 2 antropólogos sociales y 16 trabajadores de la comunidad.
“En cada uno de los espacios en donde vamos a trabajar estará presente uno de los miembros de la familia que ocupó ese espacio para que pueda tener información de cuántas personas habían en esa casa y para que puedan recuperar objetos de valor que encontremos mientras excavamos”, añadió el antropólogo de la FAFG.
“Los familiares sobrevivientes no han abierto sus historias y corazones y las esperanzas de poder encontrar ahí a sus familiares” concluyó Suasnávar.
