Hoy en el programa A Primera Hora se efectuó un análisis respecto del trabajo que debería realizar el Organismo Legislativo.
- ¿Cuáles son las prioridades del Congreso en el último año de su gestión electoral?
- ¿Qué papel debería jugar el Legislativo de cara al proceso electoral?
- ¿Cuál es la herencia que dejan a la nueva legislatura?
- ¿Cuáles son los temas de relevancia que se debería abordar frente a coyuntura del país?
Para el efecto, estuvieron como invitados los diputados Carlos Chavarría, del partido Compromiso, Renovación y Orden (Creo); Fernando Linares Beltranena, del Partido de Avanzada Nacional (PAN); Raúl Romero, de Fuerza, y Marvin Orellana, de Alianza Ciudadana.
Los parlamentarios coinciden en que en el Parlamento hace falta consenso para fijar una agenda que permita discutir los principales problemas del país.
Carlos Chavarría
Creo que una ley que debería discutirse es la de agricultura familiar. Entiendo la necesidad de todos los sectores, de estructura, de economía, de infraestructura. Pero lo que ha sucedido es que en los últimos 30… 40 años, no hemos tenido políticas de Estado. Es decir, decidir que si vamos a reforestar, reforestemos… si vamos a hacer escuelas, hagamos escuela con mil maestros.
La agricultura familiar es una ley importante discutirla… por ejemplo era importante aprobar el préstamo para el proyecto Crecer Sano; tenemos el 54 por ciento de desnutrición en el país. Yo me siento avergonzado de que no haya pasado la ley.
Un país no va a salir nunca porque no hay tolerancia. En Guatemala se da un estigma de que se va volver a la época de 1954. Hemos satanizado ese tipo de leyes. Mientras no les demos un enfoque serio, no vamos a salir adelante.
Si una persona hace una arteria vial, construye una casa y pone una tienda va a recuperar su dinero. El Estado va a invertir. El préstamo Crecer Sano es una inversión.
¿En qué va a invertir el Estado?
En capital social, en infraestructura… se tiene que invertir en la niñez que piense. Cuando sea así, vamos a recuperar no cien millones, sino mil millones de dólares.
Es importantísimo el préstamo. Las condiciones del préstamo son tan blandas, el cobro de interés tan bajo, no se crea burocracia.
Lo que pasa es que se estaba buscando que el 60 por ciento fuera a Salud y el 40 por ciento al Ministerio de Desarrollo, eso no es bueno. Lo importante era que Salud lo manejara al 100 por ciento.
¿Y qué piensa de las reformas a la Ley de Reconciliación Nacional?
Reconciliación… Yo estoy en contra de las reformas a esa ley… es para sacar a 44 personas que están presas… No, no, no. No estoy de acuerdo.
Estoy en contra de la ley contra las ONG y la de reconciliación… no veo que sea el momento. Cada quien tiene sus razones. Yo las veo innecesarias.
En el caso de las ONG, por ejemplo, en Alta Verapaz existe la ONG Talita Kumi que atienda a 1 mil 500 mujeres. Si no fuera por eso estarían abandonadas por el Estado las pobrecitas. Talita Kumi hacen con 4 millones o 5 millones por año, lo que el Estado no hace con cien.
Porque la tenían contra una ONG, porque andan canchitos ahí y se molestaron. Hay quienes han buscado dinero para operar oídos y aquí andan manifestando.
Fernando Linares Beltranena
Usted no está de acuerdo con el préstamo de Crecer Sano
Todos estamos en contra de que exista hambre. Todos queremos lo mejor para los guatemaltecos, que no haya hambre, pero hay distintos medios para lograrlo. La mejor forma de eliminar la pobreza, es la producción, facilitar la inversión extranjera.
En el Congreso estamos tocando temas importantes, como las reformas a la Ley de Reconciliación Nacional, por ejemplo. Llevamos 30 años de fallos represivos.
¿Las reformas a la Ley de Reconciliación Nacional son más importantes que el hambre, que la aprobación de un préstamo contra la desnutrición?
Sí, porque hay gente en la cárcel. Esto (el proyecto Crecer Sano) tiene millones de dólares para infraestructura, para trabajos, para estudiar el problema, pero no para darle vitaminas a quienes lo necesitan. Además, hay que pagarlo. El costo es altísimo.
Vamos a sacrificar otros proyectos en salud, en educación, en seguridad para pagar US $100 millones en los próximos 30 años.
No creo que Crecer Sano evite el hambre, el mecanismo no es el mejor porque este préstamo está pensado para crear muchísima burocracia y no para aliviar el hambre. Es mejor aumentar la productividad.
¿Por qué prefiere las reformas a la Ley de Reconciliación y la ley de ONG?
Porque son las que más derechos humanos violan. La Ley de Reconciliación Nacional salió desde hace 23 años, se pasó, pero no se ha cumplido. Ha habido genocidio judicial condenando a personas inocentes.
Ha habido condenas y persecuciones sesgadas y se ha condenado más a militares que a terroristas que cometieron las masacres en los años 1970, 1980 y 1990.
Ese préstamo (Crecer Sano) no necesariamente va en ese sentido. Es burocratizar la necesidad del hambre. La reconciliación está basada en principios de derechos humanos.
¿Hablar de genocidio judicial no es irrespetuoso para las víctimas?
No. Es válido emplearlo porque en Guatemala no hubo genocidio en el sentido en que no se eliminaron personas por razones raciales, sino porque pertenecían a los dos bandos. Luego, hubo una paz, y hubiéramos seguido con la amnistía por ambos lados.
Raúl Romero
¿En el congreso hay conciencia de las necesidades del pueblo?
Una de las debilidades históricas del Congreso, desde 1986, es la incapacidad y la falta de voluntad para definir una agenda con temas trascendentes para el país. Una agenda que esté dirigida a resolver los problemas estructurales de carácter histórico.
La actividad se ha ahogado en temas de coyuntura. Es necesaria la formulación de políticas de Estado para abordar los grandes problemas del país. Por ejemplo, es necesario elaborar la ley de servicio civil para tener perfiles para los puertos del Estado, crear carrera administrativa del Estado…
Ahora hay temas que se están discutiendo como el de reconciliación. El Parlamento debe recobrar lo que debe ser: un foro de debate. Estar a favor y en contra, siempre en cuando haya argumentos. El Congreso ha perdido su razón de ser, hace falta diputados con valores éticos, académicos y políticos.
No existe una agenda nacional con grandes temas. Temas como la desnutrición, el acceso a la salud, a la educación, el empleo… esas son las causas que han generado el enfrentamiento armado en el país. Mientras no busquemos la solución a eso, siempre vamos a seguir enfrentados.
Desde 1985 hemos tenido gobiernos que han fracasado en querer resolver los problemas de los guatemaltecos. Se habla de pacto de corruptos, de la izquierda, de los comunistas, pero nadie está planteando solución a los problemas.
Yo lo que veo ahora con los candidatos a presidente, a diputados, a alcaldes, es que no tienen capacidad de presentar propuestas de trabajo, más que generar debates en la sociedad. Salud, educación, seguridad, infraestructura… eso es lo que necesitamos.
Hay que atacar las causas y no las consecuencias. Guatemala necesita reconciliación, pero esa reconciliación no será posible en la medida en que no resolvamos los problemas que nos han llevado al enfrentamiento, como son el acceso a la salud, a la educación, a las oportunidades.
Da pena que el préstamo no hubiera pasado por el berrinche de un partido… de la UNE.
¿Sería posible modificar la agenda, unirse para cambiar la tendencia?
Sería importantísimo que los diputados que buscan reelegirse entiendan que su mejor carta es su trabajo. Algunas sesiones no se han llevado a cabo porque no están los diputados. Pareciera que les interesa más la elección que la nación. Les interesa más sus intereses políticos partidario.
Se necesita seriedad, madurez política y capacidad de articular una agenda nacional, en lo social y lo económico, que permita al Estado abordar las necesidades de la Nación.
Después de tres años ya todo mundo sabe de los intereses de todos los partidos. Lo importante en estas elecciones será que haya un voto a conciencia y analítico, no emocional.
Marvin Orellana
Lamentablemente no hay una agenda de nación. No priorizamos… los secretarios de los partidos políticos no han logrado reunirse. Nosotros en el Congreso dialogamos y llegamos a consensos, pero los secretarios de los partidos también deberían dialogar y llegar a consensos sobre agenda que necesitamos en Guatemala.
Podríamos tener una agenda bianual… así en 2030 o 2060 tendríamos solución a los problemas que el país tiene.
Hablar de reconciliación es cosa del pasado. Lo que estamos haciendo con no aprobar Crecer Sano, eso si es genocidio de parte nuestra. Dejar sin atención a Huehuetenango, Totonicapán… Quiché que son los más afectados con la desnutrición, por ejemplo.
Si seguimos hablando del pasado nos vamos a quedar en la historia. Ahora debemos hablar de desnutrición. El reto del próximo presidente será hacer un llamado nacional para dialogar y buscar soluciones a los problemas de la Nación.
¿Cuáles son los problemas reales que deberían abordarse en el Congreso?
Si no tenemos una agenda nacional de 2020 en adelante… nosotros en el Congreso somos receptores de iniciativas… creemos que nuestras iniciativas son las mejores, y algunas veces estamos equivocados. Tenemos que llegar a consensos.
El próximo gobierno tiene que llamar al diálogo para lograr una agenda de 2020 al 2060. Tenemos que invertir en educación, en salud, en seguridad, en justicia. Los cuatro pilares.
Luego, la reconstrucción nacional. Habría que ver hospitales… carreteras. Estamos quedándonos en un país postergado. Ese es el reto. Que todos nos pongamos de acuerdo.
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