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A Primera Hora/ Nacionales

Se reaviva polémica por reformas a la Ley de Reconciliación Nacional

El año pasado, el diputado Fernando Linares Beltranena, con el respaldo de otros parlamentarios, presentó la iniciativa 5377.

Como consecuencia de la firma de la paz el 29 de diciembre de 1996, se emitió el Decreto 145-96 Ley de Reconciliación Nacional, que contiene los delitos que son objeto de amnistía al terminar el conflicto armado.

El año pasado, el diputados Fernando Linares Beltranena, con el respaldo de otros parlamentarios, como Jaime José Reglado Oliva y Estuardo Ernesto Galdámez Juárez, presentó la iniciativa 5377 que propone reformas a citada norma.

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Posteriormente, la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales acordó emitir dictamen favorable; el dictamen de la comisión legislativa de Derechos Humanos fue desfavorable.

Discusión al pleno

La discusión en el pleno, respecto de estas reformas propuestas, está a punto de desarrollarse. La propuesta es que todas las personas que se encuentran procesadas por casos de delitos contra los derechos humanos puedan ser excarcelados en el menor tiempo posible.

Para platicas sobre este particular, el programa A Primera Hora invitó a Mario Polanco, del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), y a Lucrecia Marroquín de Palomo, exdiputada y exgobernadora departamental.

Mientras Polanco asegura que con la Ley no se pretende venganza, sino garantizar que las atrocidades de la guerra interna no vuelvan a repetirse, Marroquín de Palomo insiste en que esa reforma “es urgente para el país porque va a ser un punto y aparte”.

MARIO POLANCO

¿Las reformas Ley de Reconciliación Nacional podría ser un punto final o la posibilidad de más conflicto social?

Esta ley es producto de los Acuerdos de Paz firmados en diciembre de 1996. El ponente, diputado por Chimaltenango, Ricardo Choy Alquijay, buscó que no se violentara la Constitución ni ningún Convenio o Tratado internacional en materia de derechos humanos. El artículo 46 de la Constitución convierte esos convenios y tratados en ley interna.

En aquel momento hubo duda de cómo se iba a aplicar. Se creyó que podría se amnistía para  todo. Se creyó que todos los artículos podrían amnistiar casi todo, pero no. El artículo 8 deja una ventana abierta para delitos que son imprescriptibles: Genocidio, tortura y desaparición forzada.

Además, Guatemala ratificó la Convención contra la Tortura, en 1996 la Convención contra la Desaparición Forzada y la Convención contra la Imprescriptibilidad contra el Terrorismo.

Se habla de un entramado de la izquierda para llegar al poder

No entiendo quiénes son los que se están preparando para tomar el poder. Pero, insisto, en el momento en que se aprobó la ley de reconciliación, la URNG era guerrilla, no partido. La enmienda en aquel tiempo no pudo hacerla la URNG porque no era partido. Seguramente fue propuesta del Ejecutivo.

Creo que algunas apreciaciones, en parte, carecen de fundamento. No se trata de perjudicar a algún militar o guerrillero que hubiera participado en la guerra con base a la ley. Se está pensando en que los que lo hicieron de forma incorrecta. Tuvimos una guerra, una guerra fraticida entre hermanos, pero no entiendo porqué se haya calificado como enemigos del Estado a niños.

Por ejemplo, en el caso específico de la Base Militar Número 21, de Cobán, Alta Verapaz. Ahí se han exhumado 569 cuerpos; de estos, 125 son de niños que no llegaban a una semana de edad. Yo me pregunto: ¿Qué peligro representarían esos niños para el Estado de Guatemala? Otros 100 cuerpos eran de personas de la tercera edad, que también sufrieron muertes horrendas.

Lo que se pretende es enjuiciar, no con el ánimo de venganza, sino de garantizar no volver jamás a este tipo de matanzas.

Sobre las desapariciones forzadas

Yo no voy a calificar si hubo o no en la práctica algunos de los delitos señalados en el artículo 8 de la Ley de Reconciliación Nacional. Pero en el caso del delito de genocidio, se ha generado cierta polémica. Yo no estoy convencido de que hubo genocidio.

Pero en el caso de la desaparición forzada y la tortura, sí hubo. Guatemala ocupa primer lugar a nivel mundial sobre desaparición forzada. Hubo más de 45 mil guatemaltecos capturados ilegalmente y desaparecidos, en las décadas de 1980 y 1990. Frecuentemente la tortura, que deja secuelas profundas en las personas que las hayan sufridos.

Yo no me refiero a quien fue el perpetrador, sino al hecho de que sí se cometieron esos delitos. Ambos delitos van de la mano. Uno implicó la comisión del otro. Hay procesos por desaparición forzada, pero hace falta que se procese a personas por el delito de tortura. Hasta el momento no ha ocurrido eso.

Por otra parte, hay que recordar que si se diera la reforma, la Ley debe ser trasladada a la Corte de Constitucionalidad (CC) para que esta analice si no contraviene la Constitución o algún convenio internacional.

Yo creo que no solo podría haber inconstitucionalidad, también podría haber inconvencionalidades. Guatemala no es un país paria, no es un país aislado; comparte con otros países, y en un país democrático no se pueden emitir leyes con dedicatoria que solo beneficie a un sector.

Cómo se puede comete la desaparición forzada en estos momentos

Por ejemplo, una persona que fue privada de su libertad en 1980, no ha sido liberada. El delito se está cometiendo en este instante. Es cierto que en 1980 no había sido ratificada la Convención Interamericana contra la Desaparición Forzada, pero el delito se sigue aplicando en este momento.

El delito va a terminar en el momento en que esa persona sea liberada; entonces se comienza el proceso de búsqueda de aplicación de justicia. No comparto con que se debe amnistiar a todas las personas. No se puede jugar con el dolor de las personas.

La intención ahora es propiciar una amnistía generalizada. No es con este mecanismo como se va a alcanzar la reconciliación. Se necesita fortalecer las instituciones. Las personas que sufrieron esa guerra no van a solucionar sus problemas acudiendo a un psicólogo.

LUCRECIA MARROQUÍN DE PALOMO

Se busca amnistía total

Creo que es urgente que como guatemaltecos pongamos punto final a una guerra que no se ha cerrado. Como se hizo en la Ley de Reconciliación Nacional en 1996, aunque hubo una enmienda al artículo 8, que fue una enmienda de curul… no fue la iniciativa de ley como pasó al Congreso. La hizo URNG: lo relativo al genocidio y lesa humanidad. Eso no estaba en la iniciativa.

Lo que tenemos que entender es que en Guatemala no hubo genocidio. En Guatemala hemos venido sufriendo de una cadena que ha sido bien construida por esa izquierda que sabe que nunca van a llegar al poder con el voto popular.

Se trata de debilitar al Estado

La dinámica ha sido la presentación de leyes mal hechas: la de  reconciliación, a ley de partidos políticos, la de educación y luego con la de la Cicig. Estas leyes han tratado de debilitar al Estado y construir una plataforma que permita, como posiblemente suceda, que solo entren al ruedo a las elecciones, las personas que tengan las de ganar.

Es un partido que ha venido desde hace tres años y que encabeza una exguerrillera… por eso urge una ley de reconciliación como esta. Tenemos un Ejército tan debilitado, que jamás saldrá a defender al país como lo exige la Constitución, porque está tan debilitado.

Tenemos un Estado débil, con miedo, y los diputados han cometido el grave error con una ley que van atado con una y otra. El Estado no tiene ni pies ni cabeza, no se respeta a la autoridad, no se respeta al presidente. No se respeta nada.

Si nosotros no empezamos a revertir lo que se ha venido haciendo, estamos al borde, pero tratemos de revertir aquellas leyes que está en nuestras manos hacerlo. Hay que reivindicar al Ejército, a todas las personas que se lo manda la Constitución, que salieron a defender al país.

Vivimos una guerra cruenta, que no fue nuestra. Nosotros pusimos los cadáveres. Las ideologías exteriores trajeron esa guerra. La ciudadanía ha estado al servicio del dinero y nos olvidamos de que toda esa gente del pasado que perdió la guerra ha estado trabajando para tomar el poder, y si no nos podemos firmes, lo van a lograr.

Tenemos que analizar nuestra historia

En Guatemala estamos hablando una guerra. Se habla que en la guerra se mataron a niños. Pero yo me pregunto… y la Unesco tiene datos… ¿Cuántos niños hoy son heridos de bala en las calles?

La Cicig llegó para poner punto y final para tomar el poder. Tenemos que analizar nuestra historia, analizar qué somos.

Estoy de acuerdo en que tenemos diferentes formas de pensar; bueno, sentémonos a hablar. El peor intento que se ha hecho es la reforma educativa. El Mineduc tiene como política la no educación. La educación se transformó en memoria. Los jóvenes de entre 18 y 24 años son producto de reforma educativa que fracasó.

La iniciativa de reformas a la ley de reconciliación es urgente para el país porque va a ser un punto y aparte.

Hay quienes asemejan el genocidio que ocurrió en Alemania con el caso de Guatemala

En Alemania se cometió el genocidio; pero en Guatemala, no. Yo tuve la oportunidad de asistir al circo que se montó contra el general Efraín Ríos Mont. Vi la forma como la juez decía… ‘eso no tiene por qué contestarse’. Calificaron a los testigos de la defensa y descartaron a casi todos.

Ahí no se quería justicia. Lo que se querían eran euros. Muchas ONG reciben dinero del exterior. Me alegró mucho escuchar a la diputada Norma Torres. Ella  dice que se le va a quitar la ayuda a Guatemala. ¡Bendito sea el Señor..! La mayoría de fondos llegan a las ONG que dicen que la utilizan en beneficio de los guatemaltecos.

Yo he visto ayudas para educación que no llegan a las aulas. Miles de dólares se han ido a proyectos para el Currículum Nacional Base. Ese es dinero que viene del extranjero, pero no se usa en eso. Hemos hecho llorar este país con sangre.

Debemos recuperar nuestro país. Aprobemos esta iniciativa que dará un alivio a toda la sociedad. No podemos pasar de un pasado nefasto y seguir viviendo con eso. Señores ONG por favor trabajen. El dinero no es fácil.

Se dice que la reforma a la ley de reconciliación generará incertidumbre

Cuando se habla de supuestos casos de desaparición forzada, es necesario hablar de otros casos que no son supuestos. Hay un caso que no es supuesto. El del coronel Juan Chiroy. Él está preso sin ser juzgado. ¿Cómo las ONG no han protestado por eso? Él no es una suposición, es una realidad. El caso del exministro de Gobernación Carlos Vielmann es otra realidad. El ya fue juzgado y está preso.

Hay más muertos en un mes, en este momento, que los que teníamos durante la guerra. Estamos cada vez peor y seguimos hablando de lo mismo.

Hay personas que piensan que sus familiares están vivos, pero son supuestos. Que vayan a un sicólogo que les ayude, que cierren círculos.

Volvamos, empecemos, démonos la mano. Tenemos que ponernos en los zapatos de esos niños que están naciendo. Para que los niños no sean baleados por los sicarios cuando sus padres no pagan la extorsión.

Dios está obrando. Todo este revuelo que tenemos es porque vamos a llegar a buen término. Yo confío en Dios. Guatemala merece un futuro diferente. Podemos ser luz para el mundo.

No demos nuestro voto con el hígado, sino con la cabeza. Por votar con el hígado hemos elegido a presidentes y diputados que han llevado al país a donde está.

Escuche nuevamente el programa aquí: ▼

https://soundcloud.com/user-642794698/sets/programa-a-primer-hora-del-17-de-enero-de-2019

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