Panamá – La unión aduanera de Honduras, Guatemala y El Salvador abre buenas perspectivas para el impulso de la producción y el comercio en el Triángulo Norte Centroamericano, en un proceso no exento de retos en materia de cobro de impuestos y combate al contrabando.
Esta semana El Salvador selló su adhesión a la unión aduanera, que ya habían puesto en marcha hace poco más de un año Honduras y Guatemala, concentrando así flujos comerciales equivalentes al 47,9 por ciento del producto interno bruto (PIB) de América Central, recalcó el director ejecutivo del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), Jonathan Menkos.
Buen porcentaje para las exportaciones
La naciente unión aduanera del Triángulo Norte, de acuerdo con los datos del experto en economía y políticas públicas, representa el 55.4 por ciento de las exportaciones totales del istmo, el 51.2 por ciento de las importaciones, y facilitará el 69,1 por ciento de las exportaciones que se realizan intrarregionalmente.
“El interés económico de la unión aduanera podría ser un elemento importante para impulsar la mejora de las condiciones sociales, económicas y fiscales de los Estados. En ese sentido, hay buenas perspectivas con el funcionamiento” de la iniciativa, dijo Menkos.
Argumentó que con la integración aduanera “los empresarios tendrán menos costos en el transporte y comercio de mercancías con los países vecinos, lo que debiera mejorar su rentabilidad”, algo que a la postre debería propiciar una “mayor producción y comercio regional”.
Declaración conjunta
En una declaración conjunta firmada el pasado 20 de agosto, los gobiernos de los tres países afirmaron que aspiran a que la unión aduanera genere “herramientas que permiten afrontar de manera conjunta y coordinada los actuales retos de la economía mundial y buscar soluciones a problemáticas comunes que afectan el desarrollo económico y social sostenible e inclusivo”.
Con información de Giovanna Ferullo / Agencia EFE