“¿Qué pasó? ¿Por qué acepté ese dinero? Viendo hacia atrás creo que estaba ciego. No lo vi, no lo pensé. Quizás lo justifiqué pensando que era algo normal. Pensé que era algo diferente de la corrupción contra la que luché tantos años”, dijo ayer Héctor Trujillo, secretario general de la Federación Nacional de Futbol (Fedefut) y exmagistrado de la Corte de Constitucionalidad (CC).
Trujillo fue sentenciado ayer a ocho años de prisión y el pago de US $145 mil por la jueza federal de Brooklyn, Estados Unidos, Pamela Chen, y será ingresado en una cárcel en Florida el 20 de noviembre.
El exdirigente deportivo también deberá pagar una compensación de US$415 mil a la Fedefut y US $175 mil al gobierno estadounidense como parte de su declaración de culpabilidad.
“Mas que mantener los estándares de honestidad e integridad esperados del liderazgo del fútbol internacional, el acusado y sus cómplices llenaron sus bolsillos con miles de dólares en sobornos”, indicó tras la sentencia la fiscal federal interina de Brooklyn, Bridget M. Rohde.
¿Para él la corrupción era normal?
Trujillo fue acusado de aceptar y lavar cientos de miles de dólares en sobornos de la empresa Media World, con sede en Miami, a cambio de la concesión de derechos de televisión y comercialización de partidos de la selección de fútbol masculina de Guatemala clasificatorios para los mundiales de 2018 y 2022.
“Para mí era fácil verlo como una recompensa por todo el trabajo y los esfuerzos que hice para ser secretario general de la Fedefut”, dijo a la Jueza, luego de la primera condena por el megaescándalo de corrupción de la Fifa, al que él se declaró culpable.
Al respecto la jueza Chen, comentó:
- “Estoy segura que sabía que esto estaba mal (…). De alguna manera destruyó a su país, el fútbol es el amor nacional, algo patriótico”.
- “Creo que el señor Trujillo siente remordimientos, pero más por su propia situación; no sé si se da cuenta que hay gente que espera que personas como él hagan su trabajo de manera honesta y de buena fe, y usted lo ha destruido, ha destruido lo que la gente siente por el fútbol de manera general”.
Chen agrecó que Trujillo “terminó robando” a la organización sin fines de lucro que pretendía ayudar.
Trujillo admitió su culpabilidad en junio pasado de dos de los ocho cargos de los que fue acusado: conspiración para transferir dinero ilegalmente y transferencia de dinero ilegal. “Sé que estuvo mal de mi parte aceptar estos pagos y no revelarlos”, continuó el exjerarca, antes de enjugarse las lágrimas con un pañuelo blanco.
Sus abogados habían enviado una carta a la jueza Chen pidiendo indulgencia para su cliente basado en que el proceso judicial que enfrentó puso fin a su “exitosa carrera” y “dañó su impecable reputación como respetado jurista y abogado”.
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