El Hospital Roosevelt despidió hoy entre aplausos y lágrimas a uno de sus trabajadores, que falleció ayer junto a otras seis personas en el tiroteo perpetrado por pandilleros de la mara Salvatrucha para liberar a otro miembro de su grupo.
Con unas ceremonias religiosas privadas en el interior del centro hospitalario, familiares, amigos y compañeros de trabajo dieron el último adiós a Margarito Sucuc, que llevaba 16 años trabajando en el hospital como guardia de seguridad.
Sus tres hijos, todos menores de edad, y su mujer, que viven en la zona 6 de la capital, acompañaron el féretro, que salió rodeado de flores, cantos y aplausos del centro, dando un pequeño recorrido hasta entrar en un vehículo de la funeraria.
¿Quién era Sucuc?
Sucuc, originario de Comalapa, Chimaltenango, era una persona que “amaba su trabajo” y que le gustaba “ayudar a la gente”, contó una de sus compañeras de trabajo, que portaba un gran ramo de flores y que no dejaba de clamar por Justicia.
La comitiva, encabezada por el director del Hospital Roosevelt, Carlos Soto, no daba crédito a lo sucedido el día anterior y en varios grupos se podía escuchar el miedo y la incredulidad que aún reina en el ambiente, en un hospital que hoy permanecía con sus consultas cerradas.
El director del hospital dijo que si las autoridades no brindan seguridad perimetral e interna no volverán a abrir sus puestas y añadió que no recibirán a más privados de libertad cuya vida no corra realmente peligro.