El Palmeiras brasileño buscará dar la sorpresa ante el Chelsea el sábado en Abu Dabi en la final del Mundial de Clubes (10:30 horas), con el objetivo de sumar a su palmarés su primer título en el Mundial de Clubes, extendiendo su reinado del fútbol sudamericano al conjunto del planeta.
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Pero después de su final perdida en 2012 ante otro equipo brasileño, el Corinthians, el vigente campeón de la Champions League europea persigue con ganas su primer cetro mundialista. Precisamente desde aquella edición todos los campeones del mundo han sido clubes eurpeos.
“El Palmeiras lo va a dar todo (…) Es una oportunidad de medirse con un equipo europeo. Para ellos es importante. Vendrán a buscarnos. Debemos estar preparados”, advirtió el volante italobrasileño de los ‘Blues’, Jorginho.
Vigente doble campeón de la Copa Libertadores, el Palmeiras de Abel Ferreira sueña con inscribir su nombre en el palmarés del Mundial de Clubes, junto a Corinthians, Sao Paulo e Inter de Porto Alegre.
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El martes, ‘el Verdão’ dominó en su semifinal al campeón africano, el Al-Ahly (2-0), tomándose cumplida revancha del partido por el tercer puesto el año pasado ante los egipcios.
El Palmeiras está varios peldaños por encima del Al Hilal saudita, ante el que el Chelsea sólo pudo ganar por la mínima el miércoles para clasificarse a la final.
Además, el campeón brasileño contará con el apoyo de miles de aficionados en las gradas del estadio Mohammed Bin Zayed.
Chelsea ‘favorito’
“Asistimos al partido Al Hilal-Chelsea juntos, todo el elenco. Yo creo que los árabes impusieron lo suyo, pero el Chelsea llega a la final y, como todo el mundo habla, yo creo que es el favorito”, sentenció el defensor uruguayo Joaquín Piquerez.
Si durante una hora los ‘Blues’, incluso sin brillar, parecían tener controlado el partido con un gol de ventaja, vivieron algunos apuros al final del choque, con el arquero español Kepa evitando males mayores.
“Es nuestro mayor problema, no matamos los partidos cuando tenemos la oportunidad y después nos ponemos en problemas”, admitió el centrocampista croata Mateo Kovacic.
“El Palmeiras es un gran equipo, con muy buenos jugadores, son agresivos y tienen unos aficionados increíbles, será un partido difícil”, vaticinó el antiguo jugador del Real Madrid.
La principal incógnita por el momento en las filas del Chelsea es la presencia o no de Thomas Tuchel en el banquillo. El técnico alemán tuvo que seguir la semifinal desde Londres al haberse contagiado del covid-19.
Mason Mount y N’Golo Kanté, que descansaron el miércoles, podrían ser titulares, mientras que bajo palos el regreso del campeón de la Copa de África Edouard Mendy amenaza a Kepa.
El Mundial de Clubes es la última gran competición que le resta por ganar a los londinenses, que quieren evitar una nueva derrota como la sufrida ante el Corinthians (1-0) hace diez años en Yokohama.
“Perder en 2012 fue muy doloroso, es la única competición que el club no ha ganado nunca. Creo que ganarla por primera vez sería algo enorme”, había estimado hace unos días el internacional español César Azpilicueta, que vivió aquella derrota.
A pesar de que la carrera por el título en la Premier está ya finalizada para el Chelsea, un primer cetro mundial el sábado presumiblemente garantizaría a Tuchel su continuidad en el banquillo la próxima temporada.
Tuchel, que se perdió la semifinal por un positivo al covid-19, está recuperado de la enfermedad y viajó para poder estar en la final.
*Con información de AFP
