Enviada a una familia de acogida en su infancia y agredida sexualmente en la adolescencia, Simone Biles ha superado todas las pruebas posibles para convertirse en una leyenda de la gimnasia y en un icono más allá del deporte.
En Stuttgart, este domingo, se convirtió a los 22 años en la gimnasta con más medallas en los Mundiales.
La trayectoria de Simone Biles
Suma un total de 25, rompiendo con dos oros el empate que había logrado el sábado con el mítico bielorruso Vitaly Scherbo (23).
Nunca una gimnasta había acumulado cinco coronas mundiales en el concurso general (el récord estaba en tres).
Además, nunca una gimnasta había logrado 19 títulos mundiales (el récord estaba en 12).
“A veces me pregunto cómo lo hago, me gustaría poder salir de mi cuerpo y verme con mis propios ojos”, dice Simone.
@Simone_Biles ESPECTACULAR¡¡@TVN pic.twitter.com/zbDUd7C1JQ
— último lugar del mundo (@igbchile) October 13, 2019
Más atlética, más potente y más elástica, la pequeña bomba estadounidense (1.42 metros y 47 kg) es un prodigio de técnica.
Cuatro acrobacias, dos en suelo, una en la viga de equilibrio y otra en salto, llevan ya su nombre.
Dos de ellas, muy complejas, han sido creadas durante este Mundial de Stuttgart.
Sus salvadores
La pequeña Simone descubrió la gimnasia a los seis años en una salida escolar. Un entrenador la captó inmediatamente.
Hasta aquí podría parecer un cuento de hadas, pero para nada fue el caso.
La madre de Biles, tenía “dependencia al alcohol y a la droga” lo que provocó “idas y venidas de la cárcel.
Este domingo, la gimnasta estadounidense Simone Biles ha cerrado la competición en Stuttgart con nuevas victorias en barra y en suelo. Dos oros más, 25 medallas en total en los Campeonatos del Mundo. Y una enorme sonrisa de satisfacción https://t.co/dtut6m8x5j pic.twitter.com/RTAcHPNjTx
— EL PAÍS América (@elpais_america) October 13, 2019
Ella y sus tres hermanos fueron enviados a familias de acogida, explicó la joven de 22 años en 2017.
“Nunca pude contar con mi madre biológica. Recuerdo que siempre tenía hambre, miedo”, dijo.
“Mis abuelos me salvaron”, afirmó sobre Nellie y Ron Biles, a los que considera sus padres.
También aseguran que ellos cambiaron su destino, adoptándola, junto a su hermana pequeña.
Mientras que los otros dos fueron a casa de otros miembros de la familia.
A los ocho años Biles se encontró con Aimee Boorman, la entrenadora que la llevará a la cima.
Ella veló por su mejora en los aparatos así como por su equilibrio vital.
Bajo su ala se convierte, con 16 años, en campeona del mundo por primera vez, en 2013.
spectacular. @Simone_Biles pic.twitter.com/ubmY7T12AC
— EMILY 🦄 (@flipflytumble) October 13, 2019
Tres años después conquista cuatro oros olímpicos, más un bronce, en los Juegos de Rio.
Fue abusada sexualmente
Boorman se traslada a Florida y la texana de adopción comienza a entrenar con los franceses Laurent Landi y Cécile Canqueteau-Landi.
En enero de 2018 Biles revela otra herida íntima: Forma parte de las más de 200 víctimas de Larry Nassar.
Nassar es un antiguo médico del equipo nacional estadounidense condenado por agresiones sexuales cometidas durante dos decenios.
Después de romper su silencio, no duda en denunciar públicamente la pasividad de las autoridades deportivas.
https://desarrollo2.emisorasunidas.com2019/10/10/biles-se-convierte-en-la-primera-gimnasta-en-ganar-5-titulos-mundiales-en-la-prueba-individual/
“No es fácil regresar a un deporte, a una organización que te había dejado tirada”, señaló el año pasado.
“Esta experiencia horrible no me define. Soy mucho más que eso. Soy única, inteligente, talentosa, motivada y apasionada”, expresa.
“Me prometí que mi historia sería mucho más grande que eso”.
A Biles le queda el último capítulo de su destino de leyenda: Los Juegos de Tokio 2020 dentro de diez meses.
*Con información de AFP