Tan legendario como controvertido, Diego Maradona es objeto de un documental que fue presentado este domingo en Cannes, un estreno al que finalmente el astro argentino no asistió por una lesión en un hombro.
Aunque era una de las estrellas más esperadas del certamen, Maradona se perdió el estreno de la película firmada por el director británico Asif Kapadia.
El astro argentino, actual entrenador de los Dorados de Sinaloa de México, “se hizo daño en un hombro y al parecer tendrá que operarse”, dijo a la AFP Kapadia.
“Es triste que no pueda estar esta noche. Me hubiese gustado que disfrutara de este público”, añadió desde la alfombra roja el director.
Maradona había estado en Cannes en 2008, cuando vino para presentar otro documental sobre su figura, el del serbio Emir Kusturica.
La cinta sobre la estrella de fútbol cierra la trilogía iniciada con el piloto brasileño de Fórmula 1 Ayrton Senna y la cantante Amy Winehouse, con la que Kapadia ganó un Óscar en 2016.
El cineasta se concentra en los años de Maradona con el Nápoles, desde su presentación en 1984 ante 70.000 espectadores enloquecidos hasta su control positivo de cocaína en 1991 que marcó el principio de su declive.
Repasa los momentos álgidos, como la victoria en el Mundial y sus títulos con el equipo italiano que le convirtieron en Dios a ojos de muchos aficionados; así como los decadentes, marcados por la droga, la presión, los escándalos…
Intenta también descubrir al hombre que se encuentra detrás del genio. Y para mostrar más a Diego que a Maradona, Kapadia hace hablar al astro argentino, así como a toda su familia y a amigos. Y utiliza unas 500 horas de imágenes inéditas procedentes de los archivos personales del exfutbolista.
Maradona nació hace 58 años, pero parece haber vivido más de una existencia: volvió del abismo de las adicciones a las drogas y el alcohol, después de gozar la gloria en las canchas.
Fue campeón mundial en México-1986 y el mejor jugador del mundo de aquella época.
Es una leyenda tanto por el segundo gol a Inglaterra, el mejor en los mundiales como por el primero, con la trampa de ‘la mano de Dios’, en el 2-1 en cuartos de final en el estadio Azteca.
– Idolatría –
Lo adoraron como a un dios. Así nació la marca registrada de su nombre unida al 10 de la camiseta: D10S. Pero también se ganó enconos furibundos. No le perdonaron sus turbulentas pasiones privadas.
Tuvo y tiene el don de la gambeta. Esquivaba adversarios en el césped y evitaba la muerte tras cada enfermedad grave. Ahora desconcierta a los que llevan la cuenta de sus hijos. Tiene cinco reconocidos y tres por reconocer ¿Hay más?
Fue ‘El Pelusa’, de niño, en una natal ‘villa miseria’ (asentamiento) de Lomas de Zamora, periferia sur de Buenos Aires. Salió al mundo a mostrarse pero nunca renegó de su origen. Se erigió en hombre político con ideas transgresoras.
“Yo crecí en un barrio privado (…) privado de luz, privado de agua, privado de teléfono…”, bromeaba. Lo pintan de cuerpo entero sus afinidades con políticos de izquierda. Incluso, mantuvo amistad con los fallecidos líderes Fidel Castro (Cuba) y Hugo Chávez (Venezuela).
Enfrentó a los poderosos del planeta. Se plantó ante presidentes de la FIFA o de Estados Unidos e incluso ante el papa Juan Pablo II. Es polémico y rebelde hasta la médula.
“Las creencias de los despojados, de los que necesitan creer que Dios está cerca, se identifican con Diego, como antes con Evita”, escribió el sociólogo Eliseo Verón.
– Un ‘rockstar’ –
Vive como una estrella del rock. Exploró las fronteras de lo que se podía decir o hacer, como dispararle balines con rifle de aire comprimido a periodistas que lo acosaban.
Humorista feroz y sarcástico, lanzó frases ingeniosas como “la pelota no se mancha” para destacar la pureza de la pasión. Cuando se le ocurrió conducir un programa de TV batió récords de rating acompañado por Pelé, Xuxa, Rafaella Carrá o Mike Tyson.
En la carrera como DT no dio pie con bola. Con la selección albiceleste fue eliminado del Mundial de Sudáfrica-2010 y tampoco tuvo éxito con equipos de Emiratos Árabes Unidos, entre otros.
Mejor le fue con Dorados de Sinaloa de México, aunque ya se le escapó dos veces un ascenso a la primera división.
No deja de ser carne de cañón de la prensa del corazón. Cada tanto reaparecen romances o escándalos judiciales con exparejas.
Sus atribulados líos de faldas y dinero son tan “de novela” como su genialidad con la pelota.