Concentrada, inerte, cierra los ojos y apenas respira, alza el brazo, apunta… ¡bang! El estruendo ensordece el polígono Victor Manuel Castellanos, un disparo certero de Stefany Figueroa, que apunta a ser una insigne del tiro deportivo guatemalteco y cuyo futuro se vislumbra en los próximos Juegos Panamericanos Lima 2019.
Las calles de Huehuetenango vieron nacer a una niña inquieta y a veces traviesa, la hija de Ronnie Byron Figueroa Villatoro y Mónica del Rosario Ochoa López, forjó un carácter que busca siempre la excelencia, “Me corregían bastante bien, gracias a Dios; por eso soy la persona que soy y se los agradezco”, expresa Stefany, cuyos inicios en el deporte fueron el voleibol, beisbol, gimnasia, e incluso el boxeo.
“Mi abuelo César Antulio Ochoa, es un ex boxeador de Huehuetenango, él quería que fuera boxeadora, pero no tenía la talla, era muy delgada, daba penita, ahora ya he cambiado. Intenté, pero no era mi fuerte, sentía el dolor cuando me golpeaban y dije… mejor no”, cuenta entre risa sobre su abuelo, un jugador de futbol que por 50 años ha integrado el mismo equipo de futbol y cuyo apoyo ha sido importante para ella.
“Mi abuelita dice que ojala no muera un fin de semana, porque primero va al partido y luego a su funeral. Es un hombre de bastante resistencia, nos ponemos a correr para ver quien aguanta más. Esa idea de nunca rendirse y no caer en la monotonía es algo que me inspira”, comenta Stefany, quien a sus 17 años decantó por el tiro deportivo, sin saber que éste le llevaría a alcanzar la gloria.
Allan Matta, de la asociación de Huehuetenango, realizó una exposición de tiro en la localidad, fue acá donde Stefany, tuvo su primer contacto con esta disciplina deportiva, “Al inicio me pusieron rifle, pero esa no era mi arma, después vi la pistola y dije esto es lo mío”; una decisión que si bien no tuvo buenos resultados al comienzo, la dirigió hacia un futuro prometedor.
ARMADA PARA CORRER EL RIESGO
Un 11 de noviembre de 2015, Stefany recibió una llamada del entrenador Juan Carlos Méndez, una invitación para que viajara a la capital a perfeccionarse como atleta en la Federación Nacional de Tiro. “Me trasladé a vivir a Guatemala, no conocía a nadie, ni el lugar, pero sabía que el perderle el miedo a las cosas nuevas es lo que le da el éxito, muchas personas se quedan en su zona de confort y no se mueven de ahí, sin saber que detrás del miedo, están los mayores éxitos… nuevas experiencias”.
“Mejor estudia, el deporte no te va a traer nada” fueron algunas palabras que escuchó Stefany, pese a ello, decidió arriesgarse, y con enjundia consiguió su primera gran conquista, un oro individual (10m) y un oro mixto (junto a Pablo Castillo) en el V Campeonato Iberoamericano de Tiro, en El Salvador.
“Ahí me di cuenta que era completamente capaz de lograr medallas internacionales y saber que mi rendimiento puede subir hasta donde mi imaginación y mi disciplina lo permitan”, expresó la ahora especialista en pistola de aire en 10 y 25 metros, quien pudo codearse en esa oportunidad junto a eminencias como el olímpico Leuris Pupo Requejo de Cuba.
OBJETIVO LIMA 2019
La huehueteca aún se considera una novata a la par de otras de sus compañeras que llevan casi 10 años de experiencia, sin embargo, esto no fue impedimento para que clasificara a los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, donde obtuvo el bronce junto a Kimberly Linares y Lucía Menéndez.
“Fue una bonita experiencia, jamás había estado en unos juegos de ciclo olímpico, es muy diferente, se conocen personas y lugares diferentes, el deporte ha sido algo que me ha abierto demasiadas puertas, es algo que disfruto mucho, me encanta representar a mi país”, dice la tiradora, cuyo objetivo se dirige ahora hacia los Juegos Panamericanos 2019, en Lima Perú, donde Guatemala cuenta ya con cinco plazas.
La actual campeona de Juegos Nacionales, inició este año la lucha por ser una de las representantes guatemaltecas en estas justas, con un segundo lugar en el primer Tope de Alto Rendimiento, el primer paso que la lleve a su propósito. “En el deporte, cuando dices sueños, piensas en algo que quizá no pase; para mi sería meta, porque le das tiempo, le das trabajo para lograrlo y mi meta es poder estar en los panamericanos y ganarlos”, enfatiza Stefany, quien para ello perfecciona su técnica en los 25 metros calibre 22.
CONCENTRACIÓN Y CERO FRUSTRACIÓN
“Creo que hablo hasta por los codos” dice Stefany sobre su forma de ser, una chica risueña e inquieta que cambia de faceta frente a la línea de tiro, donde se le observa enfocada, pensante y sin distracción alguna. “Aunque llevamos una rutina para tener una resistencia física apropiada, este deporte es más mental que físico, por lo que se trabaja en la frustración, los nervios, y el desarrollo de la concentración, para no flaquear y perder el rendimiento”.
SUS DOS BEBÉS
No, no son seres vivos, los dos bebés de Stefany son sus dos armas, una pistola de aire Steyr Evo y una Pardini calibre 22, dos seres preciados que nadie más que ella puede tocar, pues “La relación que nosotros tenemos es muy importante, porque el arma no es solo eso, es una extensión de mi brazo, de lo que soy, y que me permitirá obtener un resultado”. El arma está adaptada para cada tirador. Se modifica para que la cacha y la mira sea específica y nadie más pueda usarla.
SU GUSTO POR LA ARQUITECTURA
Stefany Figueroa, no aplica la excelencia únicamente en el deporte, también la ejerce en la Licenciatura en Arquitectura, la cual recibe en la Universidad Mariano Gálvez, donde su padre, que es ingeniero civil, le aporta sus conocimientos. “De pequeña iba a muchos lugares, veía los edificios, con interiores innovadores, ese mismo asombro, quiero lograr en las personas, yo quiero hacer diseños que sobresalgan”, comenta.
APOYADA POR EL PROGRAMA DE RETENCIÓN DE TALENTO
Gracias a sus excelentes resultados, Stefany fue elegida por el Programa de Retención de Talento de la CDAG, donde le han ayudado a sobrellevar el deporte junto al estudio, para ser un deportista y un estudiante, que trabaje un futuro basado en ambos ámbitos.
Así mismo, conoció los valores olímpicos a través de talleres, además de recibir apoyo económico, implementos deportivos y fogueos para desarrollar su talento, un puente que la lleva ahora al programa del Comité Olímpico Guatemalteco, donde se espera continúe desarrollando hasta convertirse en atleta de primera línea, “Esa es una de mis tantas metas a alcanzar, junto a mi Federación y entrenadores”.