El italiano Mario Balotelli, recién fichado por el Marsella, debutó este viernes marcando un gol pero su equipo perdió 2 a 1 en casa contra el Lille, en un partido de la 22ª jornada de la Ligue 1.
Balotelli, que no jugaba desde principios de diciembre cuando estaba en el Niza, entró en juego en el minuto 74, cuando su equipo perdía por 1 a 0, y consiguió marcar en el último suspiro (90+5), de cabeza en un saque de esquina.
El Lille logró su victoria en el Velodrome con un doblete del marfileño Nicolas Pepé (45+3 de penal, 90+4), que se pone segundo de la tabla de máximos anotadores del torneo con 15 dianas, sólo superado por las 17 de Kylian Mbappé (París Saint-Germain).
Con su victoria en Marsella, el Lille consolida su segundo puesto y se pone provisionalmente con 6 más que el tercero, el Lyon, que visitará el domingo al Amiens (17º).
Respecto al líder París Saint-Germain, el Lille se aproximó a 10 puntos, aunque el equipo de la capital tiene tres partidos disputados menos, uno de ellos el que jugará el domingo en el Parque de los Príncipes contra el Rennes (9º).
El Marsella es séptimo en la clasificación y se expone a bajar varias posiciones según los resultados del fin de semana.
El partido de este viernes tiene también otras consecuencias negativas para el equipo de Rudi Garcia.
Florian Thauvin fue expulsado en el 67 y será suspendido, mientras que el club podría ver incluso cómo se cierra su estadio, después de que la explosión de un petardo en el césped obligara al árbitro a una interrupción de 35 minutos, hacia el minuto 59.
Después de una acción de juego en la banda derecha del ataque del Lille, un petardo hizo explisión cerca de Kevin Strootman y Jordan Amavi, cuando el Lille dominaba en el marcador por 1 a 0.
El árbitro Amaury Delerue decidió enviar a los dos equipos al vestuario.
Por la megafonía del estadio se precisó que el partido estaba detenido “hasta que se tome una decisión”. El ‘speaker’ también recordó la prohibición del lanzamiento de “cualquier objeto al césped”.
El partido se reanudó unos 35 minutos después. “Os pedimos no lanzar ningún petardo”, se insistió por la megafonía, con el riesgo de que el partido fuera “detenido definitivamente”.
Antes de esos incidentes, el partido en la grada había estado marcado por una huelga de varios grupos de hinchas del Marsella, que entraron diez minutos más tarde, en señal de protesta por los malos resultados de su equipo.
