El ruso Khabib Nurmagomedov, campeón de la UFC de los pesos ligeros, fue recibido como un héroe el lunes por la noche en Daguestán, tras su triunfo en Las Vegas contra el irlandés Conor McGregor, la gran estrella de las Artes Marciales Mixtas (MMA).
“¡Khabib! ¡Khabib!”, gritaron los miles de aficionados al campeón reunidos en un estadio en la ciudad de Kaspiisk, cerca de la capital de esta república rusa del Cáucaso.
“Gracias mis hermanos”, respondió Khabib Nurmagomedov, presente junto a su padre en una tribuna instalada en el centro del campo.
Nurmagomedov, nacido en Daguestán, defendió con éxito el sábado en Las Vegas su título ante McGregor, de vuelta a la competición tras dos años de ausencia.
Tras la rendición de McGregor, Nurmagomedov se lanzó por encima del octágono al rincón de su oponente, aparentemente para pegar al entrenador de su rival, Dillon Danis, lo que dio paso a una pelea multitudinaria en la que incluso varios miembros del público subieron al cuadrilátero a golpear al irlandés mientras este se recuperaba, obligando a la policía a actuar.
“Algunos dicen que reaccioné mal. Yo quiero decir lo siguiente: las águilas no se sientan en una jaula. Se lo mostré a él (a Conor McGregor) y a su equipo”, señaló para júbilo de la hinchada.
La presentación del cinturón continuó con una danza tradicional y fuegos artificiales en un estadio que presentó un importante dispositivo de seguridad.
“Todo el mundo apoya a Khabib con mucha emoción. Incluso los abuelos han seguido el combate”, afirmó a la AFP Magomed Magomedov, un aficionado que acudió para aplaudir al campeón.