El padre de Antoine Griezmann emigró de Alemania y la madre del delantero es de origen portugués. Los padres de Paul Pogba vinieron de Guinea. El papá de Kylian Mbappé es camerunés, su madre es argelina.
Todos inmigrantes en unión con vástagos de familias de varias generaciones de franceses, mancomunados por los colores rojo, blanco y azul. Y por apenas segunda vez, Francia es campeona del mundo.
Casi dos tercios del plantel francés incluye a jugadores producto de la inmigración, una especie de mini Naciones Unidas del fútbol.
“Esa es la Francia que queremos”, dijo Griezmann tras la victoria 4-2 sobre Croacia en la más vibrante final de un Mundial en décadas. “Es lindo verlo”.
Un tiro libre de Griezmann fue cabeceado por Mario Manduzkic para el autogol que abrió la cuenta a los 18 minutos, y luego anotó de penal para la ventaja 2-1 a los 38, con la intervención de un videoarbitraje por una mano de Ivan Perisic.
La velocidad de Mbappé fue clave en el tercer gol, obra de Pogba a los 59. Mbappé marcó su tanto a los 65 y, con 19 años, se convirtió en el segundo goleador más precoz en una final mundialista detrás de Pelé, que tenía 17 años en el torneo de 1958.
Un triunfo de la diversidad. Un día después del Día de La Bastilla, la fiesta estaba en marcha.
“La diversidad del equipo es la imagen de este lindo país que es Francia”, declaró el volante Blaise Matuidi, cuyos padres nacieron en Angola y Congo.
Francia ganó en una noche húmeda en Rusia, que acabó con un aguacero durante la presentación del trofeo. Fue muy distinto a la inolvidable noche de verano en el Stade de France en 1998, cuando hinchas en el recinto y en todo París cantaron La Marsella hasta el amanecer.
La gente denominó a ese equipo como el “Black, Blanc, Beur”, al fijarse en cómo se conjuntaron jugadores blancos, negros y norafricanos.
Zinedine Zidane, hijo de argelinos, convirtió dos goles de cabeza en el primer tiempo ante la favorita Brasil. Patrick Vieira, nacido en Senegal, habilitó a Emmanel Petit, de la región de Normandía, para el tercero en la victoria 3-0.
Esta versión de Les Bleus fue incluso más diversa.
El zaguero Samuel Umtiti nació en Camerún y el arquero suplente Steve Mandanda en Zaire. Otros tienen raíces en Argelia, Malí, Mauritania, Marruecos y Senegal, además de Alemania, Italia, Portugal y España.
“Quizás sean jugadores con distintos orígenes, pero tenemos la misma mentalidad”, dijo Griezmann. “Todos defendemos la misma camiseta, la del gallito. Por nuestra patria los damos todo. Cuando te pones la camiseta, eres solidario con cada uno”. (AP)