Los jugadores de la selección francesa de fútbol, campeones del mundo en Rusia, y su seleccionador, Didier Deschamps, recibirán la Legión de Honor, máxima distinción del país.
Como ya hiciera Jacques Chirac en 1998 tras el primer Mundial logrado por Francia de la mano de un equipo liderado por Zinedine Zidane, el actual presidente francés, Emmanuel Macron, les condecorará en una ceremonia que tendrá lugar dentro de unos meses.
Antes, esta misma tarde, Macron los recibirá en el Elíseo, después de que los “bleus” y el cuerpo técnico desfilen en autobús por los Campos Elíseos de París, donde se esperan cientos de miles de personas para aclamar a los campeones.
El equipo abandonó esta mañana su cuartel general en Istra, el bucólico paraje a las afueras de Moscú en el que han forjado su victoria.
Su avión tiene previsto aterrizar sobre las 16.00 locales (14.00 GMT) en el aeropuerto Roissy Charles de Gaulle de París, donde el aparato será ovacionado con un saludo de agua de los bomberos.
Abajo de la escalerilla les esperará la ministra de Deportes, Laura Flessel, y luego montarán en un autobús descapotable con destino al Arco del Triunfo, donde comenzarán su descenso triunfal de una hora por la avenida de los Campos Elíseos, previsto a las 17.30 horas (15.30 GMT).
Posteriormente, irán al palacio presidencial, donde el presidente les ha organizado una recepción en la que participarán deportistas consagrados y otros jóvenes.
La fiesta, que ya comenzaron los jugadores durante la noche en Istra, seguirá posteriormente en el hotel de Crillon, situado en la plaza de la Concordia, en el extremo de los Campos Elíseos. EFE