Los Warriors se llevaron el tercer juego de la serie 110-102 en casa de los Cavaliers. LeBron James asociativo guió a sus compañeros, pero no fue suficiente ante un partido épico de Kevin Durant. Podría haber campeón el viernes.
Mismo día en que se celebra el cumpleaños número 72 de la NBA (creada 6 de junio de 1946), se disputó el tercer partido de Las Finales entre Cleveland Cavaliers y Golden State Warriors en casa de los Cavaliers de LeBron James, quien inició el juego sembrando polémica por estar ausente durante la interpretación del himno nacional estadounidense en la ceremonia previa al partido. La llegada de la serie a Ohio serviría para que los Cavaliers enmendaran los errores cometidos en los primeros dos partidos de la serie, en los que James fue el timonel del equipo que no pudo aprovechar su liderazgo para balancear Las Finales.
Los Warriors se llevaron el juego tras una intensa lucha por salir triunfantes del Quicken Loans Arena, poniendo la serie 3-0 a su favor y a un triunfo de celebrar el bicampeonato, dejando a los dirigidos por Tyronn Lue contra la pared y bajo riesgo de ser barridos.
Los Cavaliers iniciaron el partido con mucha intensidad y sacaron ventaja en los primeros dos cuartos del partido por 10 puntos, liderados por James, quien prefería pasar el balón a sus compañeros mejor ubicados antes que disparar al aro. Terminada la primera mitad, Cleveland se iba al vestuario cuatro puntos encima de los Warriors (52-58) que no bajaron los brazos a pesar de verse perdidos por momentos.
Durante las primeras dos fases del juego, todos los jugadores de los Cavaliers trabajaron para mantener la ventaja por encima de los rivales; prolongando la superioridad por dobles dígitos. Kevin Love aportó bajo el aro y destacó tirando de tres puntos, finalizando la noche con 20 puntos y 13 rebotes; JR Smith demostró tener constancia y mejoró su imagen tras el golpe anímico que le dejó el primer juego de la serie (13 puntos y 4 rebotes).
Ambos equipos mostraron tener buenos cartuchos guardados en la banca; los Cavs con Rodney Hood (15 puntos) tuvieron inyecciones momentáneas de energía, el delantero, aportó con mucha creatividad y fiereza dentro de la pintura. Y por el lado de Golden State, el recién activado Iguodala, Livingston y Bell aportaron con 26 unidades combinadas.
En el tercer cuarto, los actuales campeones volvieron a la vida encabezados por Kevin Durant, quien aportó con triples y anotaciones desde la pintura; además, consiguió rebotes para mejorar la calidad defensiva de Golden State en la segunda mitad. Stephen Curry se mantuvo en perfil bajo y con una rodilla sangrando por un golpe durante el juego, tras la gran actuación que ofreció el domingo pasado cuando anotó nueve veces desde atrás del perímetro. Incluso debió marcharse al vestuario en la segunda mitad para vendarse, sin embargo, carburó en los últimos minutos y aportó con un tiro de tres, más dos anotaciones desde la línea de tiro libre (11 puntos al final).
Finalmente, fue Durant quien blindó la victoria con un triple que dejó confusos a los locales, finalizando su cuota personal con 43 unidades en todo el partido, superando los 33 de LeBron James, que además alcanzó el triple doble (10 rebotes y 11 asistencias), pero nuevamente abandonó la duela con las manos vacías.
La serie puede acabar el próximo viernes en Cleveland si Golden State vuelve a conseguir una victoria contra los de LeBron James que tendrían su última oportunidad ante su público o pueden forzar un quinto juego que se celebraría en Oakland el lunes. El partido será a las 19 horas en horario guatemalteco.
Redacción: Pablo Arrivillaga