Uruguay demostró este viernes en China por qué es una selección temida camino a Rusia 2018, cuando los atacantes del Barcelona y el PSG francés perforaron la red de República Checa para pasar a la final de la China Cup
Cavani y Suárez fueron los anotadores en un partido del cuadrangular amistoso disputado en Nanning, en el que toda la celeste se esmeró en mostrar un buen funcionamiento de equipo, coordinado, aceitado y sólido.
El combinado charrúa se fue temprano arriba, ofendiendo por las bandas y mostrando velocidad de juego, pases precisos y vocación ofensiva. La primera oportunidad la tuvo Cavani con un cabezazo que ejecutó muy marcado en el área checa y que se fue apenas por arriba del horizontal ante la intervención del meta Jiri Pavlenka.
Y a los 10 minutos llegó la apertura del marcador con un penal ejecutado por Suárez, que pateó fuerte arriba y a la izquierda, dejando sin nada que hacer al meta, quien precisamente había derribado al delantero celeste cuando era dudoso que llegara a la pelota en la línea de fondo.
El resultado era justo y merecido a esa altura del partido. Y Suárez llegó así a su gol número 50 con la celeste, de la cual es el máximo artillero de todos los tiempos.
La diferencia le dio a Uruguay la comodidad de ensayar subidas rápidas, pases largos, y penetraciones en profundidad que descolocaron a la defensa checa.
A los 16 pudo estar el segundo tanto cuando un centro llovido al área encontró la cabeza de Suárez, pero una tapada provindencial y espectacular de Pavlenka salvó la valla europea.
Los checos daban muestras de coraje y no se dejaron amilanar por la superioridad del rival y a los 19 Jan Boril se fue arriba casi hasta la línea de fondo con todo el ataque a sus espaldas. Diego Laxalt cortó y evitó la embestida.
A esa altura Suárez y Cavani comenzaban a hacer de las suyas a dúo, combinando pases cortos en plena área rival. Y los laterales a probar: centros desde todos los ángulos, y un Suárez encendido que las alcanzaba todas, apoyado en Cavani y su potencia física.
Así, a los 20, otra vez la cabeza de Suárez alcanzó la pelota en el área, en palomita, y la pelota se perdió apenas por encima del travesaño.
Uruguay seguía creciendo y mostraba toda su habilidad, cuando una llegada al área uruguaya de Antonin Barak derivó en un disparo que contuvo bien, aunque exigido, Fernando Muslera.
El partido ganaba en emoción e intensidad, con los uruguayos dominando las acciones y los checos decididos a dar batalla.
Cuando el choque era de ida y vuelta, a los 36, Cavani quedó solo y recibió un centro desde la izquierda que le permitió ejecutar una media chilena y un verdadero golazo, espectacular, que puso de pie a los asistentes al Guanxi Sports Center.
Uruguay fue más a lo largo de todo el partido y el dominio se acentuó en los segundos 45.
Fueron claves Diego Laxalt y Matías Vecino -que terminó reemplazado por el debutante Torreira- en la creación de fútbol de mitad de cancha hacia arriba, buscando a Suárez y Cavani por igual, siempre con pases cruzados tratando de liberar espacio para la corrida de los delanteros.
República Checa pudo haber descontado a los 78 por intermedio de Patrik Schick pero el palo izquierdo le dijo que no.
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