Pese a acabar el año 2017 con cinco títulos y haber conquistado recientemente el Mundial de Clubes, el Real Madrid pasará la Navidad y entrará en 2018 con un sabor amargo después del doloroso 0-3 que le infligió el Barcelona en el clásico, que le deja casi imposible revalidar su reinado en la Liga española.
Con el campeonato nacional lejos de su alcance, las prioridades del curso se centran ahora en la Liga de Campeones, donde en los octavos de final tiene un cruce eléctrico contra otro de los favoritos, el París Saint-Germain de Neymar, Edinson Cavani y Kylian Mbappé.
Nunca desde el nombramiento de Zinedine Zidane como entrenador del primer equipo, en enero de 2016, el Real Madrid había perdido por tres goles de diferente. La resaca del clásico es complicada para el técnico francés, expuesto de repente a las críticas, pese a haber ganado ocho trofeos de diez posibles desde que tomó las riendas del equipo.
En su portada, el diario Marca pone una gran foto de Zidane con la mirada hacia el suelo, acompañada del titular “Al rincón de pensar”.
En el Real Madrid y en el Barça, los clásicos tienen una dimensión especialmente significativa: Rafael Benítez, predecesor de Zidane, había quedado muy debilitado después de una derrota por 4-0 ante el equipo catalán en noviembre de 2015.
La derrota del sábado puede dejar huella, pese a que Zidane siga todavía protegido por el aura de los títulos que ha conseguido, especialmente encadenando las Ligas de Campeones de 2016 y 2017.
El presidente del club, Florentino Pérez, en su tradicional mensaje de Navidad, difundido este domingo, dijo estar “orgulloso” del papel de Zidane durante el año 2017.
“Sé que me van a meter hostias, pero no voy a cambiar nunca”, había avisado el entrenador francés el sábado.
– Una diferencia muy importante –
En la Liga española, el Barcelona es considerado casi por todos como el probable futuro campeón, por la gran ventaja que ha conseguido en la primera vuelta.
“Feliz Navidad”, titula en portada el diario Sport, cercano al Barcelona, con una gran imagen de Lionel Messi con los brazos extendidos, antes de considerar que el equipo azulgrana estuvo “colosal” en el estadio Santiago Bernabeu.
Antes incluso de llegar a la mitad de esta Liga, el Barça (1º, 45 puntos) tiene nueve de ventaja sobre el segundo, el Atlético de Madrid, y 11 sobre el Valencia (3º). El Real Madrid, que tiene un partido disputado menos, es cuarto, a 14 de la cabeza. En la historia de la Liga, una ventaja tan amplia a estas alturas del torneo es indicador de un futuro título.
Pero ni Zidane ni su homólogo del Barça, Ernesto Valverde, han querido dar nada por sentenciado. El Real Madrid es consciente de que todo puede cambiar rápido, como le ha ocurrido, de la euforia de la victoria en el Mundial de Clubes a esta enorme decepción del clásico. “La Liga no está terminada”, señaló Valverde, intentando frenar el triunfalismo a su alrededor.
– ¿A pescar en el mercado? –
Para Zidane, el parón navideño va a permitir recargar las pilas en familia. Después el Real Madrid tendrá que empezar 2018 con una gran fecha marcada en rojo en el calendario, el 14 de febrero, día de la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones contra el París Saint-Germain.
La Copa del Rey sería un torneo menor para un Real Madrid acostumbrado a las más altas cimas. Por eso, el objetivo del 13º título en la Champions League, la competición favorita del equipo blanco, puede ser la tabla de salvación de la temporada.
En enero, el Real Madrid podría intentar reforzarse en la nueva apertura del mercado. El club blanco ha sido comedido en anteriores mercados y podría hacerse algún regalo.
Parece muy próxima la llegada del prometedor arquero Kepa Arrizabalaga (Athletic de Bilbao) y Florentino Pérez podría intentar reforzar con otros elementos, quizás en ataque, un plantel que ha perdido algo de fuerza entre la pasada temporada y la actual, con salidas como las de Pepe, Álvaro Morata y James Rodríguez. AFP