En el último suspiro del partido del sábado frente a Honduras, el central Kendall Waston dio un gran salto que le sumo casi un metro más a su 1,95 de estatura para meter a Costa Rica en el Mundial de Rusia 2018 con un potente cabezazo que comprueba la trillada frase de que el fútbol da revanchas.
Aunque él afirma que no guarda ningún resentimiento con el entrenador colombiano Jorge Luis Pinto por no llevarle al Mundial de Brasil 2014, el gol de Waston supone un premio del fútbol a un jugador que no dejó de buscar su momento.
“Para mí el tema de la polémica con Pinto nunca existió, ya eso quedó atrás”, dijo Waston en los entrenamientos previos al partido del sábado, en declaraciones en las que achacó el morbo a la intención de la prensa de calentar el partido.
Perdía Costa Rica 0-1 frente a Honduras y el seleccionador Óscar Ramírez se jugó la carta de enviar a la torre Waston al área rival, como centro delantero, allí puso su gol y el pase al Mundial.
De paso, el gol de Waston deja muy mal ubicada a la Honduras del colombiano Pinto, en el quinto lugar y sin depender de sí misma para lograr el pase a la repesca.
Repitió la dosis el espigado zaguero de 29 años, pues en el partido eliminatorio jugado en San Pedro Sula hace unos meses también puso el empate definitivo 1-1 con un imponente cabezazo.
Dos goles en el hexagonal final de la Concacaf y los dos a Honduras. La afición habla de karma contra Pinto y la prensa de revancha, pero el futbolista del Vancouver Whitecaps se aleja de esos calificativos y ha preferido destacar la felicidad que vive por sentirse en su primer mundial en categoría absoluta.