El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, pidió a los 29 miembros de la Alianza que desplegaran buques en el mar de Azov para apoyar Kiev en su pulso con Moscú, tras un incidente con las fuerzas rusas frente a las costas de Crimea.
La petición de Poroshenko se discutirá durante la reunión del martes y miércoles en Bruselas, si bien la OTAN mantiene su prudencia.
“Ya existe una fuerte presencia de la OTAN en el mar Negro y seguiremos evaluándola”, declaró la portavoz de la Alianza, Oana Lungescu, a la AFP.
La canciller alemana, Angela Merkel, urgió al presidente ucraniano a mostrarse razonable y le prometió abordar la cuestión con su par ruso, Vladimir Putin, durante la cumbre del G20 en Buenos Aires.
Merkel descartó además una solución militar a la tensión, una posición compartida por los países de la Unión Europea (UE) que se dijeron dispuestos a estudiar nuevas sanciones contra Rusia en caso de una escalada con Ucrania.
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El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió a Moscú que “Rusia debe comprender que sus acciones tendrán consecuencias”, si bien rechazó precisar que acciones concretas podría adoptar la Alianza.
“Desde la anexión ilegal de Crimea por Rusia en 2014, la OTAN aumentó considerablemente su presencia en el mar Negro”, recordó Lungescu, que precisó que, “en 2018, los buques de la OTAN pasaron 120 días en el mar Negro” y “varios aliados aseguran la policía aérea de la OTAN en la región”.
