El príncipe Enrique de Dinamarca, esposo de la reina Margarita, fallecido en febrero, fue incinerado, indicó el sábado la casa real.
El príncipe quería que “una parte de las cenizas fuera inhumada en una urna en el jardín privado del palacio de Fredensborg y la otra dispersada en las aguas danesas”, escribió la casa real, sin dar ninguna precisión sobre la fecha de la incineración o la dispersión de las cenizas.
“Las voluntades del príncipe fueron respetadas y la familia real estuvo presente en las dos ocasiones”, precisó.
Enfermo de demencia, el príncipe Enrique falleció el 13 de febrero, a los 83 años. Había sido hospitalizado a finales de enero por una infección pulmonar.
Tras una vida marcada por la polémica, en 2017 hizo saber públicamente que no quería ser enterrado junto a su esposa en la necrópolis real de la catedral de Roskilde, como es tradición en los matrimonios reales.
Al no haber obtenido el título y el papel que siempre anheló, argumentaba que no había sido tratado como su mujer en vida y que, por tanto, no deseaba serlo en la muerte.
Fuente: AFP.