Cada año, durante la Semana Santa, es común escuchar a alguien asegurar que lloverá el Viernes Santo porque es “un día sagrado” y se deben “lavar los pecados de la humanidad”, añadiendo que incluso la lluvia caerá a las 15:00 horas, en recuerdo del momento en que Cristo murió en la cruz. Sin embargo, la verdad es que no siempre llueve.
Además, hay quienes afirman que la lluvia del Viernes Santo es un castigo divino por los pecados de la humanidad, así como por el trato que recibió Jesús por parte de los romanos. Esta idea se basa en una visión negativa de la religión, con el castigo en lugar del perdón, lo cual va en contra de la doctrina cristiana que sigue al Dios amoroso y misericordioso del Nuevo Testamento. A diferencia del Viejo Testamento, el cual castiga a la humanidad, el Nuevo Testamento la redime a través del perdón y la gracia.
La madrugada de viernes Santo del año 2002, cuando la procesión de la Hermandad del Cristo de la Buena Muerte de #Orihuela, se disponía a salir por la puerta de la Sabiduría del del Colegio Santo Domingo, la lluvia hizo su acto de presencia. pic.twitter.com/vefLzEe5mf
— Orihuela y su pasado (@pasadodorihuela) March 28, 2024
¿Llueve cada Viernes Santo?
Lo que es cierto, según la ciencia, es que la lluvia durante los meses de marzo y abril, que incluyen la Semana Santa, puede ser más frecuente en algunas zonas geográficas que en otras debido a las condiciones climáticas y patrones meteorológicos locales. Además, estas semanas corresponden a las primeras de la primavera en el hemisferio norte.
Algunos especialistas también señalan que, debido a estas condiciones, podría ser simplemente una coincidencia que en algunos años se registren lluvias durante el Viernes Santo. En ocasiones, no es solo durante este día, sino que llueve en varios días de la semana mayor.
En otras regiones, también se pueden presentar episodios de lluvias intensas debido a la interacción entre masas de aire frío y caliente, lo que produce una depresión atmosférica y una zona de baja presión en la superficie.
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También hay quienes creen que la lluvia en el Viernes Santo está relacionada con la influencia de la Luna. Argumentan que la Luna llena, como la Luna rosa de las últimas noches, ejerce una fuerza gravitatoria mayor sobre la Tierra, lo que podría generar perturbaciones en la atmósfera y favorecer las precipitaciones.
Sin embargo, al final, la lluvia no es parte intrínseca del Viernes Santo, día en que se conmemora la crucifixión y muerte de Jesucristo. Para la Iglesia Católica, es un día de reflexión y recogimiento en el que se recuerda el sacrificio hecho por la humanidad, celebrado entre el Jueves Santo y el Sábado de Gloria. En última instancia, no existe evidencia científica que respalde la idea de que llueva en Viernes Santo por motivos teológicos.
