El candidato demócrata, Joe Biden, se convirtió en el ganador de las elecciones en Estados Unidos. Esto de acuerdo con los resultados que se han dado a conocer del conteo de votos.
El candidato demócrata Joe Biden ganó la presidencia de Estados Unidos, según proyecciones este sábado de varios medios, tras imponerse en varios estados clave que en 2016 habían votado por el presidente saliente Donald Trump, que buscaba la reelección.
Las cadenas CNN, NBC News y CBS News declararon a Trump victorioso, tras asignarle una ventaja decisiva en Pensilvania, su estado natal.
Reñido proceso
Con provocaciones, insultos y tuits burlones, Donald Trump ha escrito un capítulo completamente extraordinario en la historia de Estados Unidos. Tanto es así que la elección del martes, donde buscaba, a los 74 años, un segundo mandato, estaba planteada como un verdadero referéndum sobre su persona, sobre un estilo de presidencia completamente nuevo.
A la vez síntoma y multiplicador de los miedos y fracturas de Estados Unidos, este presidente “showman” siempre se negó, una vez instalado en la Casa Blanca, a asumir el rol de unificador, en ruptura con sus antecesores.
Durante cuatro años, los estadounidenses han presenciado, entusiastas, angustiados o asustados, el espectáculo sin precedentes de un presidente que llegó al poder con estruendo y que no se impuso ninguna restricción.
En un escenario político inédito que ningún conservador había pronosticado, Trump, con su capacidad de electrificar a su base electoral, se metió en el bolsillo al partido republicano, que inicialmente lo había subestimado o incluso ignorado.
Trump siempre operó bajo un principio simple: se está a favor o en contra de él, sin matices.