Los sueños de darle una mejor calidad de vida a su pequeña hija Valeria, de tan solo un año y 11 meses, acabaron de una manera trágica para el salvadoreño migrante Óscar Alberto Martínez Ramírez.
Él decidió cruzar nadando el río Bravo llevando en su espalda a su niña, su objetivo era llegar a suelo estadounidense e ingresar a la frontera por Brownsville, Texas.
Se cansaron de esperar
Óscar pasó mucho tiempo junto con su esposa Tania y la pequeña Valeria en Matamoros esperando una solicitud de asilo a las autoridades migratorias de Estados Unidos, fue entonces que tomaron la decisión más difícil para los tres, cruzar el río Bravo.
Del otro lado del río estaba su esperanza de una nueva vida alejados de la pobreza, la falta de empleo y la delincuencia que impera en El Salvador.
Mujer migrante guatemalteca y tres menores localizados muertos en el desierto de Texas.
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— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) 24 de junio de 2019
Una corriente les quitó sus sueños
Al principio todo iba bien, Óscar nadaba y llevaba a su pequeña Valeria en el profundo río Bravo, pero todos sus sueños fueron arrebatados por una corriente fuerte que los arrastró y quedaron fuera de la vista de Tania quien logró sobrevivir gracias a que otra persona la salvó.
Fue en ese momento cuando pidió ayuda a las autoridades policiales y a la marina. Lejos pudo ver cómo la corriente sumergía a su esposo y a su hija a la altura de la calle Matamoros, cerca de la Cruz del Migrante, según reportes de medios locales.
Larga espera
La búsqueda se prolongó por 12 horas, padre e hija fueron localizados en la orilla del río. La escena era triste ya que ambos quedaron juntos, la nena sujetada a la playera que llevaba puesta Óscar.
El final trágico de esta familia lo relató Tania quien dijo que desde hace dos meses esperaron en un campamento mexicano a la espera de una respuesta de asilo, pero esta nunca llegó pese a soportar altas temperaturas en este refugio para migrantes.