El Servicio de Inmigración y Aduanas de EEUU (ICE, en sus siglas en inglés) detuvo a 52 migrantes indocumentados en un operativo que duró cuatro días en el estado de Texas, fronterizo con México, informó la agencia migratoria.
La redada del ICE, aparato del Gobierno estadounidense encargado de deportar a los migrantes indocumentados, se tradujo en el arresto de nueve personas en la región del Valle del Río Grande, siete en San Antonio, 20 en Laredo y 16 en Austin y Waco.
De los arrestados, 46 fueron hombres y seis mujeres, según el comunicado del ICE.
Asimismo, la mayoría de los detenidos (47) fueron de nacionalidad mexicana, aunque el ICE también arrestó a cuatro nacionales de Honduras y a un cubano.
En ese documento, el ICE argumentó que casi el 70 % de los detenidos durante ese operativo migratorio tenían antecedentes penales anteriores que incluían condenas o cargos pendientes por agresión, violencia doméstica, infracciones de tránsito, conducir bajo la influencia de alcohol o posesión de drogas, entre otros.
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La agencia federal también identificó a 18 de los arrestados como “fugitivos de inmigración con una orden final de expulsión” y otros 21 como personas que ya habían sido deportados anteriormente, un delito tipificado como “grave”.
Entre los detenidos, según el ICE, se encontraba un joven hondureño de 25 años que había sido condenado a cinco años de prisión en Laredo y que había sido deportado previamente.
Más allá de los detenidos con antecedentes, el ICE también arrestó a 17 personas indocumentadas que no habían incumplido la ley con anterioridad.
La agencia federal hizo públicos estos datos días después de que el diario The Washington Post adelantase que el ICE estaba preparando un operativo que podría afectar a hasta 2.000 familias de indocumentados en las ciudades de Nueva York, Miami (Florida), Houston (Texas) y Los Ángeles y San Francisco (California), entre otros.
ICE inicia operativo de arrestos en Los Ángeles.#VideoEU aquí ► https://t.co/PSGCblLW5T pic.twitter.com/6BWn7ux4CR
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) February 15, 2018
Sin embargo, el presidente estadounidense, Donald Trump, decidió este sábado dar un compás de espera a las deportaciones, cuyo anuncio puso en alerta a dirigentes y organizaciones mientras los inmigrantes preparan planes para encarar esa amenaza.
Trump optó por esperar “dos semanas” para que demócratas y republicanos planteen soluciones a la situación en la frontera con México, según dijo.
“A solicitud de los demócratas, he retrasado el Proceso de Remoción de Inmigración Ilegal (Deportación) por dos semanas para ver si demócratas y republicanos pueden reunirse y encontrar una solución a los problemas de asilo y los vacíos legales en la frontera sur”, escribió Trump en Twitter.