¿Te suena conocido? Bueno, a muchas personas les pasa esto en el colegio, en la universidad o en el trabajo; y de hecho, es más común de lo que parece.
Resulta que una empresa internacional se dio a la tarea de investigar este suceso tan extraño y a la vez tan constante hace unos años, y llegaron a conclusiones interesantes.
Los investigadores aseguran que las personas que más horas trabajan (como quien dice…que tienen jornadas de trabajo más largas), son las que roban más comida.
De hecho, el 71% de las personas encuestadas había sufrido de robo de su comida en la oficina, mientras que el 35% confesó haber robado comida en su entorno laboral.
¿Y a qué no sabes quiénes son los más afectados según este mismo estudio? Pues nada más y nada menos que los “millennials”.
¿Qué se puede hacer ante esto? Pues si obviamente estás completamente seguro de quién te roba la comida, puedes hablar directamente con esa persona o incluso dejar una cel grabando para tener pruebas. Si los robos no cesan…lo mejor es hablar con el gerente de Recursos Humanos, o con el director o alguna autoridad (si es colegio o universidad).
Los expertos en el tema aconsejan hacerle una carta al “ladrón” en cuestión, en son de broma…pero al mismo tiempo con la seriedad del caso. De esta manera podría llegarle incluso por redes sociales, y podría así entender el mensaje.
Bueno, y algunas personas que conozco, le han puesto picante de más u otras sustancias para darle una pequeña lección al ladrón. Pero esto ya es más agresivo, así que no sé si es la mejor idea.
¿Qué sugieres?
Fuente: https://bit.ly/2Rq8qRI
