Aunque no se puede negar que el estreno de “Men in Black International” es resultado de una estrategia de negocio donde un estudio de cine prefiere invertir sus millones en un título conocido que en una idea nueva y original; no se puede refutar que el resultado es efectivo y entretenido.
La cuarta película de esta franquicia de Sony Pictures no es exactamente un borrón y cuenta nueva, pero al desconectar su trama principal de los personajes que encarnaran Will Smith y Tommy Lee Jones la producción tiene la oportunidad de renovar con mucha creatividad su concepto central.
Como consecuencia el cuarto filme de esta serie se convierte en el primero en igualar la mezcla peculiar de comedia, ciencia ficción y aventura que distinguió el estreno de la primera “Men in Black” en el verano de 1997.
Sin embargo, la clave para que esta película funcione como una expansión del universo y el concepto establecido en los filmes anteriores es no verse obligado a honrar ningún tipo de fórmula.
Gran parte de la razón por la cual las secuelas anteriores no funcionaron tuvo que ver con el empeño de convertirlas en vehículos para el estrellato de Will Smith o tratar de recrear la dinámica cómica entre él y Tommy Lee Jones. En esta película, los guionistas Matt Holloway y Art Marcum quedan libres de esta atadura para atacar el concepto de diferentes formas.
El primer cambio es no tener a una protagonista que haya sido reclutada para ser parte de la organización secreta titular. Molly (Thompson) tuvo una experiencia con un extraterrestre durante su infancia que no fue borrada de su memoria y la misión de su vida ha sido tratar de encontrar a los hombres de negro que alteraron los recuerdos de sus padres.
Mucho más que en sus otras comedias, Hemsworth tiene la oportunidad de probar sus destrezas paraeste género interpretando a un agente que después de salvar al mundo en más de una ocasión aparenta haber perdido la pasión por su trabajo.
Con esa estructura dramática y esos personajes, el filme tiene la oportunidad de fluctuar efectivamente entre momentos de comedia, acción y ciencia ficción. El único tropiezo del guion es no lograr hacer algo interesante con el antagonista principal. El secreto de quien es el agente corrupto es bastante obvio desde la primera secuencia del filme, mientras que la extraterrestre interpretada por Rebecca Ferguson resulta ser más interesante pero el guion solo la usa como el último obstáculo antes de llegar al clímax.
Aun con este pequeño tropiezo, “Men in Black International” evita ser descartada como una secuela más de verano, aunque lo es. La producción logra que todo lo que funcionó hace dos décadas en el filme original vuelva a parecer nuevo y divertido.
