No cabe duda que el amor de una madre es inigualable, es incondicional, es eterno. Y bueno, cada una es diferente, y la relación que tiene con cada hijo incluso es diferente.
Sin embrago, los expertos aseguran que el vínculo de una madre con su(s) hija(s) es aún más fuerte. Y aunque surjan discusiones como en cualquier relación, estas son de beneficio para ambas.
Además, con el paso del tiempo nuestras mamás dejan huella de muchas formas, y aquí hay unos ejemplos.
- Los investigadores de la Britain’s Oxford University y la Boston’s Northeastern University, aseguran que cuando una mujer llega a sus 40 años, la atención se dirige a su hija en lugar de la pareja.
- Los hijos que han sido los “favoritos” de sus mamás, pueden llegar a tener sentimientos de culpa o incluso depresión, por esto. Además se sienten presionados y estresados por la atención que “deberían” prestarles a sus madres cuando llegan a la edad adulta.
- Las hijas son las que influyen en el sentido de la moda en las mamis, no al revés como muchos pensarían. Las madres se inclinan más por el look moderno que ven en sus “niñas”.
- La investigadora Terri Apter, del Newnham College, afirma que el sentimiento de protección de madre a hija puede ser malinterpretado como “envidia”, pero en realidad las madres lo que quieren es cuidar a sus hijas y protegerlas de cualquier situación negativa.
Por otro lado, según estudios e investigaciones el amor y la relación madre e hija, son indestructibles y más fuertes que cualquier otro lazo. ¿Ese es tu caso?
Fuente: https://bit.ly/30cSLJe
