Intuición, es la idea de que los individuos pueden tomar decisiones exitosas sin un pensamiento analítico deliberado; ha intrigado a los filósofos y científicos desde al menos los tiempos de los antiguos griegos. Los científicos han tenido problemas para encontrar pruebas cuantificables de que la intuición realmente existe.
Muchas personas usan la frase ‘intuición’ para describir una sensación o sentimiento que tienen cuando toman decisiones, pero estas son solo descripciones, no proporcionan evidencia sólida de que podamos usar información inconsciente en nuestro cerebro o cuerpo para guiar nuestro comportamiento. Para medir la intuición, los investigadores diseñaron un experimento en el que los participantes fueron expuestos a imágenes emocionales fuera de la conciencia consciente cuando intentaban tomar decisiones precisas. Los resultados del estudio demuestran que incluso cuando las personas desconocían las imágenes, aún podían usar la información de las imágenes para tomar decisiones más seguras y precisas. Estos datos sugieren que podemos usar información inconsciente en nuestro cuerpo o cerebro para ayudarnos a guiarnos a lo largo de la vida, para permitir mejores decisiones, decisiones más rápidas y tener más confianza en las decisiones que tomamos.
Otro hallazgo interesante en este estudio es que la intuición mejoró con el tiempo, lo que sugiere que los mecanismos de la intuición pueden mejorarse con la práctica. La capacidad de medir cuantitativamente la intuición podría ser una ventaja para muchos campos diferentes, especialmente en lo que respecta a la contratación en el lugar de trabajo: Esto podría aplicarse en el lugar de trabajo, reemplazando los cuestionarios existentes que realmente solo evalúan las opiniones de las personas sobre sus propios sentimientos de intuición.
Cuando intuimos parece como si nuestro cerebro nos regalara una idea que no sabemos de dónde ha salido. La intuición es una especie de trabajo subterráneo, procesamos la información inconscientemente. Este es uno de los aspectos que más lo diferencian del pensamiento lógico-racional, para el cual tenemos que hincar los codos. Al intuir, nuestras neuronas se ocupan ellas solas del tema.
“La única cosa realmente valiosa es la intuición” – Albert Einstein.
No se trata de decidir todo a golpe de corazonadas, pero tampoco de ignorar totalmente las ideas ‘sentidas’ más que ‘pensadas’.
