Cuando uno se imagina ganando la lotería, lo primero que piensa es que se comprará una gran casa donde vivir, se irá de vacaciones al caribe o a Europa, y quizás quede algo para la familia. Otros consideran donarla y otros invertirla para tener dinero el resto de sus vidas (si es que el premio es muy grande).
Pero hay algo que no consideramos, pues estamos muy ocupados imaginando una vida mejor en la que no es obligación trabajar en un lugar que no nos gusta para ganar dinero y poder comer. Eso es que una vez que recibas el gran cheque, todos habrán visto tu rostro.
A. Campbell, decidió presentarse a la firma oficial de su gran premio vestido de Ghostface, el malvado villano de la famosa película de terror. Esto para no ser reconocido por su familia y amigos, y para que ningún estafador intente aprovecharse de él.
El ganador fantasma cobró un cheque por $158.4 millones de dólares, aunque es un poco menos, por ser Jamaica el lugar de residencia, la conversión equivale a unos $1.17 millones de dólares en la realidad. No es tanto como si fuesen los Estados Unidos, pero sí suficiente para cambiar drásticamente la vida de alguien.
A pesar de su suerte, Campbell aseguró que desde que supo que ganó, no se ha sentido muy bien. “Miré mi boleto y corrí al baño y dije ‘¡gané! ¡gané!’. Desde ese día que estoy enfermo. Me dolió la cabeza tres días seguidos porque pensaba mucho, preguntándome si acaso mi sueño por fin se había hecho realidad. Me dolió el estómago durante dos semanas, a veces me siento tan mal que olvido que gané”.