La ingeniera agrónoma Marcela Flores de 40 años se levanta muy temprano para ir a trabajar, pero no a la finca o en la industria alimenticia, como se supondría lo haría con su especialidad en ganado e inseminación artificial, sino que en las paradas de Tuc-Tuc.
Ingeniera trabaja con su moto-taxi en Villanueva, Honduras
Se graduó y estudió en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y aunque tiene mucha experiencia, el desempleo la orilló a conducir un Tuc-Tuc el día que una su vecina se lo ofreció para salir de la crisis en la cual estaba.
Condujo durante 14 años motocicletas y por ello le fue fácil adaptarse al medio. “Al principio me costó porque a los hombres no les gustaba que los llevara una mujer, pero luego se acostumbraron y ahora ya se dieron cuenta que las mujeres también tenemos agallas para las tareas que se consideran pesadas o hechas para varones”, expresó la Ingeniera Flores.
Madre de 2 hijos (14 y 5), Marcela ahora recorre calles y avenidas en Villanueva Honduras y aprendió a comer en la calle para no interrumpir la faena.
En Honduras un promedio de 30 mujeres trabaja en la zona norte en transporte pesado conduciendo moto-taxis, ayudando en buses o como choferes de buses y taxis.
Sus compañeros e hijos se sienten admirados por su temple y dedicación.
Con información de La Prensa, Honduras.