Nacido en Madrás- India, Ramanujan (1887-1920) sorprendía a todos con su talento para resolver ecuaciones matemáticas sin ningún tipo de enseñanza previa. A los 13 años, ya había comenzado a formular sus propios teoremas y dominaba a la perfección numerosos libros matemáticos.

Pese a que era un niño genio, no tuvo mucho éxito en su vida académica. Tanto el colegio como la universidad lo aburrían, puesto que no mostraba ningún tipo de interés en materias que no tuvieran que ver con números.

Su afán por las matemáticas era tan intenso, que abandonó la universidad (aun cuando había ganado una beca por su talento), para poder dedicarse en pleno a formular sus propias teorías y estrategias de resolución de problemas.
Ramanujan estaba acostumbrado a la pobreza, pero la decisión de no seguir estudiando y trabajar por su cuenta, empeoró notablemente su situación.

Mientras que todos los matemáticos debían crear largos procesos para obtener los resultados, Ramanujan no necesitaba de cuadernos para resolver las ecuaciones, únicamente con pocos minutos de observación lograba tener las respuestas acertadas.

Este talento misterioso le ocasionó muchos problemas, nadie parecía entender cómo lo hacía, por lo que lo catalogaban de tramposo y traidor.

Las críticas llegaron rápidamente por aquellos que consideraban que su método malograba la matemática tradicional. Por un tiempo trabajo en un diario y sus artículos eran muy criticados, el jefe del periódico Narayana Iyengar, explica:

Los métodos del señor Ramanujan eran tan escuetos y los textos y su presentación tan faltos de claridad y precisión, que un matemático ordinario poco acostumbrado a este tipo de gimnasia intelectual, apenas podía seguirle.

Ramanujan era un hombre muy espiritual y estaba inmensamente conectado con los dioses y los sueños. En múltiples ocasiones, confesaba que lograba resolver los problemas porque la diosa Namagiri se los mostraba en sueños en forma de metáforas y fábulas.

El genio unía el mundo espiritual con el matemático de manera única, solía decir que “Una ecuación no tiene significado para mí a menos que exprese un pensamiento de Dios”.

Su visión del mundo espiritual marcó una diferencia inmensa en cómo era percibido por los demás científicos. Los hombres de ciencias suelen ser ateos y así era el caso de Godfrey Harold Hardy, un profesor inglés de la Universidad de Cambridge que quedó totalmente asombrado al leer uno de los trabajos de Ramanujan.

La relación entre Hardy y Ramanujan sería la más importante de sus vidas, él se convirtió en su mentor y juntos hicieron grandes descubrimientos. Hardy se encargó de posicionarlo en la sociedad inglesa –después de numerosos inconvenientes racistas- y logró calar en el mundo intelectual británico.

Una de las historias que rodean la vida de Ramanujan fue la increíble rapidez en la que descubrió una característica muy particular de un número de taxi.

Durante su estadía en Londrés se enfermó de tuberculosis, Hardy fue a verlo a la clínica y para subirle los ánimos le comentó:

Ramanujan fue un gran genio matemático y hoy en día sus aportes siguen ayudando a descubrir nuevos mundos numéricos. Mientras vivió no tuvo suficientes reconocimientos, pero su familia y los más grandes genios se han unido para que su legado permanezca vigente y sea recordado como el genio que fue.

-En 2013 se produjo una película basada en el libro The Man Who Knew Infinity: La vida del genio Ramanujan, de Robert Kanigel, con Matt Brown como director.

-La serie de televisión Numb3rs  incluye el personaje del Dr. Amita Ramanujan, un profesor de matemáticas que hace honor al genio.

-El “Ramanujan Journal” es un diario internacional que se fundó con el propósito de dar a conocer el trabajo en todas las áreas de las matemáticas que pueden aprovechar su trabajo.