Thiago Leonel Guamán Bustos, un niño de tres años, estaba listo para recibir 2019 junto a su familia en Gijón, España, cuando un accidente invadió de tristeza a la familia.
En vísperas de Año Nuevo, tenían todo preparado para despedir la Nochevieja con la típica tradición local: comer 12 uvas para la “buena suerte”.
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Pero la celebración se convirtió en una tragedia, ya que el niño se atragantó con la fruta y murió.
La víctima tenía una copa con cuatro uvas sin semillas. En la noche del 31 de diciembre, rodeado de sus seres queridos, comenzó a comerlas poco a poco.
“Vimos que se había atragantado y que no podía respirar. No sé qué pudo pasar, no le veo explicación porque ya había comido uvas en otras ocasiones y nunca había pasado nada”, aseguró Viviana, la mamá del niño.
Según detallaron los medios locales, la mujer le metió los dedos en la boca para lograr sacarle la uva atorada.
Thiago fue trasladado de urgencia a un hospital de la zona, en donde finalmente los médicos lograron quitarle la uva. Pero no lo pudieron reanimar.
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Con información de TN Noticias