Todas las chicas sueñan desde muy pequeñas con llegar al altar sujetando el brazo de un hombre maravilloso que las amará y protegerá para el resto de sus vidas. Se imaginan el lugar, la decoración y lo más importante, el anillo de bodas.
Para algunas mujeres lo más importante es el valor simbólico de la joya, sin pensar siquiera en cuanto le pudo costar a su chico, pero para la joven que te presentaremos hoy importaba más lo económico.
El día de hoy hablaremos de una noticia que le ha dado la vuelta al mundo, trata de una chica que humilló a su prometido por comprarle un anillo de bodas que no era de su agrado.
El chico eligió un anillo sencillo de oro blanco con un solo diamante, pero para su novia no era suficientemente ostentoso, ella esperaba algo mucho más costoso y grande. Cuando la mujer vio el anillo se molestó tanto que decidió humillar a su prometido a través de las redes sociales y pidió ayuda a más personas, pero su sorpresa fue que sucedió exactamente lo contrario.
Esto fue lo que escribió:
“Mi novio me pidió matrimonio y me ofreció un anillo que él había elegido: un diamante sobre oro blanco. Estaba muy contenta y emocionada al aceptar, pero quedé decepcionada cuando vi el anillo. La primera palabra que me vino a la mente fue ‘pequeño’.
No me disgusta del todo el anillo en sí, ya que un diamante en solitario habría sido mi elección también. Es más bien el todo: el color del oro, cómo está montado, lo pequeño de la piedra, el grosor del metal. Su salario es muy bueno y normalmente es muy generoso. Vi la factura y sé que ha pagado 1917 dólares, por esa razón y porque es mucho menos de lo que imaginaba que se gastaría para una joya tan significativa.
Pero él estará aún más decepcionado conmigo si me quejo al respecto, cuando ante sus ojos el anillo me queda bien, y no tiene ningún problema, salvo que es decepcionante y no me hace feliz. Parece que alguien de su trabajo le dijo: “Si solo le importa el anillo, entonces no es la chica adecuada para ti”
Lo ideal y que me habría encantado habría sido poder haber ido los dos a buscar el anillo y pasar juntos el día especial en un día tan especial.
Ya que es algo que voy a llevar todos los días, y una joya tan especial quería que realmente me encantara y, sencillamente, no me gusta. ¿Alguien más ha pasado por una situación así? ¿Qué hiciste?“
Lo que la pobre chica jamás se imaginó es que lejos de apoyar su postura materialista e interesada, todos terminaron disgustados y en contra de ella.
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Las personas materialistas probablemente tengan dinero y objetos de valor, pero también suelen tener más inconvenientes a la hora de mantener viva la armonía, la comunicación y el amor con su pareja.
Poseer cosas que nos gustan es increíble, sin embargo, el costo de estas jamás nos definirá como personas y mucho menos nos hará mejores ¿Qué te ha parecido esta gran lección de humildad y sencillez?
