Saber reconocer que el cuerpo y, especialmente, la mente alcanzaron su límite y llegó el momento de decir «basta» es fundamental para no desencadenar situaciones de estrés típicas del agotamiento psicológico. A fin de cuentas, no siempre es saludable «ser fuerte» ante una sobrecarga de tareas y emociones.
Agotamiento psicológico
¿Qué lo causa?
El agotamiento psicológico ocurre cuando una persona alcanza su límite emocional. Se trata de un estado de fatiga mental extrema.
El cuadro puede desencadenarse a raíz de situaciones puntuales en las que te sientes sobrecargado, como tener demasiadas tareas en el trabajo. «En general, tiene que ver con el estilo de vida de la persona, el número de tareas que realiza, la visión que tiene sobre sí misma (algunas creencias sobre uno mismo pueden amenazar el autoestima) o si se siente capaz o no de lidiar con determinada situación», explica Vitor Fiary, psicólogo conductista especializado en meditación mindfulness y director del Centro de Mindfulness de Río de Janeiro.
La fatiga mental también se presenta en personas que reprimen sus emociones e intentan mantenerse fuertes cuando enfrentan sentimientos conflictivos.
«Se le dice “creencias emocionales” a la forma en que la persona lidia con las emociones. Estos individuos tienen menos habilidades emocionales para identificar y expresar lo que sienten. Y las personas con pocas habilidades para lidiar con sus sentimientos quedan en una situación más vulnerable», afirma Frairy.
Señales de alerta del agotamiento psicológico
Según el psicólogo, las manifestaciones de la fatiga pueden ser tanto conductuales como físicas.
En situaciones de estrés desencadenado por el agotamiento mental, son comunes las alteraciones del sueño y los cuadros de insomnio. «Es probable que esto ocurra por el exceso de actividad mental de la persona, que tiene más preocupaciones de las necesarias en la cabeza. En lugar de tener la mente en blanco a la hora de dormir, está con la cabeza llena de pensamientos», explica el especialista.
Variaciones de peso
De acuerdo con Friary, la relación de una persona con la comida puede ser una gran señal para identificar el agotamiento mental. Es común que las personas que están en situaciones de estrés usen la comida como válvula e escape.
En el otro extremo, la falta de apetito también es una manifestación de la fatiga. «Muchos aprendieron a asociar la comida con el alivio de angustias. Por otro lado, existen personas que en situaciones de estrés sienten menos hambre»
.
Fumar y beber en exceso
Así como la comida se vuelve una válvula de escape, el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco también cumple esa función en algunos casos de agotamiento psicológico.
Irritabilidad
Los cambios de humor, con gran propensión a la irritabilidad, también son bastante comunes en cuadros de agotamiento mental. «En esa situación, los pensamientos tienden a ser más negativos, y lo que pensamos es lo que sentimos en el presente. Por eso, la persona puede estar de mal humor», explica el psicólogo.
Cansancio
El agotamiento psicológico puede llevar a un estrés físico. Por eso, no es raro que aquellos que desarrollaron esa gran fatiga mental sientan cansancio físico y falta de energía. «Generalmente tienen dificultad para levantarse temprano», señala Friary.
Falta de motivación
Además de una falta de energía para actividades simples del día a día, el individuo también puede sentir cierta falta de motivación para actividades que antes le daban placer. «La persona empieza a aislarse, a dejar de ver a sus amigos», apunta el psicólogo.
Problemas cognitivos
El agotamiento psicológico también afecta aspectos cognitivos del individuo. Según Friary, es común observar episodios de falla de memoria a corto plazo, problemas de visión, de concentración e incluso de manipulación de objetos. «La persona olvida dónde puso las llaves o tira las cosas al suelo sin querer».
Enfermedades sin causa aparente
Algunas enfermedades y dolores pueden estar directamente ligados a las salud mental, aunque muchos no relacionen el bienestar mental con el físico.
«Las personas no hacen la conexión fácilmente. Sin embargo, algunas condiciones están ligadas directamente a nuestro sistema nervioso, como el síndrome de colon irritable, el estreñimiento, la diarrea, los dolores estomacales, la jaqueca, los dolores musculares o las enfermedades de la piel».
Tratamiento
Según Friary, el cuadro de agotamiento psicológico puede revertirse. Para eso, es necesario buscar programas enfocados en la salud emocional que fomenten el autocuidado del individuo para que logre responder a las experiencias desagradables del día a día. «La terapia, el yoga y la meditación mindfulness pueden ayudar a que la persona aprenda a lidiar con esos momentos de agotamiento», concluye el experto.