Un hallazgo extraño se registró en Woodbridge, Virginia, cuando una mujer identificada como Stephanie Myers encontró en su jardín a una pequeña serpiente con dos cabezas. Pertenece a la especie cabeza de cobre, calificada como venenosa, tiene dos semanas de edad y seis pulgadas de largo. Se le realizaron radiografías que permitieron saber que el animal tiene, además de las dos cabezas, dos tráqueas y dos esófagos, pero comparte un solo corazón y un juego de pulmones.
Este es un descubrimiento “extremadamente raro” en la naturaleza, puesto que le es difícil sobrevivir con una mutación de esas características, según comentó a USA Today el herpetólogo John D. Kleopfer. Tambien explica el problema es que ambas cabezas son capaces de controlar el cuerpo, lo que resulta en un movimiento descoordinado. Esto no solo hace que sea difícil para cazar presas, sino que del mismo modo resultan más fáciles de atrapar.
La serpiente estará al cuidado de especialistas y podrían donarlo a un zoológico para exhibiciones educativas.