El conserje Juan Carlos Rojas abraza al perro rastreador Katy durante una ceremonia de retiro para 14 perros olfateadores en Bogotá, Colombia, el viernes 21 de septiembre de 2018. Los perros que se retiraron, incluyendo a Katy, recibieron medallas y certificados en una ceremonia a la que asistieron docenas de sus camaradas humanos.
El Fiscal Jefe planea poner a los perros en adopción, colocándolos con familias que los ayudarán a vivir sus años de retiro en paz y tranquilidad.
Emotiva ceremonia
Catorce perros policías recibieron medallas y diplomas durante una emotiva ceremonia de retiro en la capital de Colombia, el viernes, mientras concluían años de servicio olfateando drogas, bombas y cuerpos.
Algunos de los pastores alemanes, pit bulls y golden retrievers fueron tratados con baños perfumados especiales antes de ser retirados durante el evento en un auditorio en la Oficina del Fiscal General.
Entre los perros retirados se encontraba “Canela”, un labrador de 12 años que ayudó a los investigadores a encubrir 65 fosas comunes con las víctimas de la violencia paramilitar, y “Negra”, un perro callejero que ayudó a detectar varias toneladas de cocaína en sus ocho años.
Las autoridades planean poner a los perros en adopción, colocándolos con familias que los ayudarán a vivir sus años de retiro en paz. Algunos perros también podrían ser recogidos por sus antiguos manipuladores.
“Compartimos muchas cosas juntas y son como nuestros niños”, dijo David Maldonado, manejador de Negra.
Los perros policías en Colombia a menudo participan en misiones peligrosas, olfateando minas terrestres para oficiales que erradican los campos de coca, o rescatando cuerpos en zonas de combate.
“Shadow” fue trasladado recientemente desde su base en la costa caribeña del país, luego de que los narcotraficantes, enfadados por su éxito al detectar envíos de cocaína, ofrecieron una recompensa de $ 7,000 por su cabeza.
Cientos de perros sirven con la policía y el ejército de Colombia. Una escuela canina administrada por la policía cerca de Bogotá también ofrece capacitación para perros y manipuladores de otros países de América Latina.
Los perros policías de Colombia generalmente se retiran cuando alcanzan los ocho o nueve años, y en el pasado fueron mantenidos en perreras donde los veterinarios de la policía les proporcionaban alimentos, juegos y tratamiento médico. Pero recientemente, la policía de Colombia ha estado buscando familias para adoptar a los perros. A principios de este mes, la Policía Antinarcóticos presentó a 50 de sus perros retirados para su adopción.
Las familias que adoptan deben pasar por un riguroso proceso de selección para asegurarse de que los perros rastreadores no sean puestos a trabajar por compañías privadas de seguridad.
“Estos perros son muy obedientes y están bien entrenados”, dijo Jeymy Bucuru, veterinaria de la policía antinarcóticos de Colombia. “Pero también queremos que puedan descansar”.
