“Escuché un fuerte golpe”, contó un vecino de la casa donde una madre y su bebé perdieron la vida este viernes en la localidad de Wilmington, en Carolina del Norte, después de que un árbol arrancado por la fuerza del huracán Florence aplastara su vivienda.
Madre e hijo mueren
El huracán Florence se abatió con fuerza sobre la costa atlántica de Estados Unidos, provocando inundaciones catastróficas y vientos de hasta 150 km/h que han dejado varios muertos y cientos de miles de personas sin electricidad.
Un cordón amarillo rodeaba el número 24 de la avenida Mercer, ubicada en un barrio residencial de la ciudad.
En la mañana un árbol enorme cayó sobre la pequeña casa de una planta cuando el huracán Florence irrumpió con violencia en la costa este de Estados Unidos.
La vivienda de paredes de ladrillo rojo parecía casi intacta desde la calle, pero por detrás, la perspectiva era otra.
Un trozo del muro completamente destruido dejó a la vista algunos objetos personales y mostró la violencia de la naturaleza.
Los bomberos no escatimaron en sus esfuerzos, pese a la lluvia tenaz, hasta que lograron sacar a las víctimas, que estaban atrapadas bajo las ramas.
“Están ahí, están enfrentados a mucho estrés. Todavía no saben en qué condiciones están sus casas y sus propias familias. Es una situación muy difícil para todo el mundo”, contó Buddy Marinette, el comandante de bomberos de la ciudad.
Poco después, sus hombres se reunieron en un círculo, arrodillados y cabizbajos, en un emotivo momento de silencio.
“Los estamos dejando respirar un poco por el momento, lo necesitan”, agregó el comandante, que no quiso ratificar de inmediato lo que de todos modos traslucía su rostro.
Finalmente fue la policía de Wilmington quien confirmó en la tarde la noticia en un tuit: “Una mujer y su bebé murieron cuando un árbol cayó sobre su casa. El padre quedó herido” y fue llevado al hospital.
Fuente: AFP