Vivir en una desorganización continua es uno de los agentes que más menoscaban el bienestar y es una fuente de estrés.
De manera lenta pero inexorable, el estrés puede provocar un amplio abanico de dolencias físicas y psíquicas, desde dolores musculares, cansancio, problemas gastrointestinales, cardíacos, dermatológicos…
Los estresores más comentados son los relacionados con las altas exigencias de la vida laboral y social, mientras que el entorno físico del individuo suele pasar inadvertido a la hora de valorar cuáles son los factores más estresantes.
Pero los estímulos externos, como el frío, el calor o el ruido constituyen una fuente importante de estrés. Y, por supuesto, también la desorganización. El desorden obstaculiza el equilibrio emocional y psicológico, y es un desencadenante de otras situaciones que también generan estrés por sí mismas. ¿Puede el desorden y la disposición de tu hogar estar causándote más problemas de los que imaginas?
Mantener el orden, la armonía en los espacios, incluso en los colores, y la comodidad en el hogar son antídotos eficaces frente al estrés. En cambio, estas son las consecuencias negativas de vivir en una desorganización continua:
1. Provoca cansancio
La desorganización es una fuente de agotamiento de energía de la que no solemos percatarnos. El desorden implica un cansancio extra cuando llegue el final del día, ya que el cerebro permanecerá en un estado de incertidumbre todo el tiempo. Por eso, es recomendable mantener el hogar limpio y ordenado para que todo fluya.
2. Te roba tiempo
El caos de tu hogar te obligará a invertir un tiempo precioso buscando aquello que deseas localizar. Además, hará que emplees más recursos en tareas que podrían estar fácilmente bajo control con un sistema organizado, y te quitará tiempo y energías para destinar a otras ocupaciones, como el cuidado de la familia, el tiempo de ocio, el deporte…
Pero, ¡que no cunda el pánico! Si eres de las personas que necesitan tener todo a mano, te recomendamos que instales en tu salón u oficina un mueble cajonera con compartimentos. De esta forma podrás colocar tus objetos de uso cotidiano en algún lugar y hacer que, al menos a la vista, tu casa parezca más ordenada.
3. Causa sentimiento de culpa
Vivir en un caos constante provoca un sentimiento de culpa creciente, que a la larga puede causar un daño emocional. Cuanto más prolonguemos la situación de desorden, más nos costará organizar el entorno, y más culpabilidad sentiremos al no poder mantener nuestras cosas bajo control.
Uno de los objetos cotidianos que más caos causan en nuestros hogares es el calzado. ¿Estás cansado de ver los zapatos tirados por cualquier parte? Pues ponle remedio y búscales un hueco para dejarlos de tener a la vista recordándote que tienes que ordenar de una vez. Existen zapateros muy compactos y bonitos que te pueden ayudar a organizar el calzado de forma muy sencilla.
4. Es fuente de preocupaciones
Los objetos que poseemos y nos rodean, y con los que nos relacionamos, configuran nuestra realidad diaria. La sensación de no tener el manejo de estos elementos puede llegar a ser también una fuente de preocupación, y derivar en estrés.
5. Retrasa las tareas
El desorden retrasa tareas y las obstaculiza. Emplear un tiempo a organizar tu hogar y convertirlo en un entorno agradable es una buena inversión, dado que reducirá el tiempo diario que luego necesitarás para desenvolverte en tu entorno desorganizado.
Según el “Estudio entorno a las actitudes de la población española ante la decoración del hogar” realizado por IKERFEL, tener una casa ordenada permite ahorrar tiempo, en opinión del 93% de los encuestados. Además, El 79% cree que la decoración es calidad de vida y no solo estética, y un 92% piensa que una casa bien decorada te hace sentirte más cómodo.
Aplicando un sistema sencillo de organización, y dando forma a un hogar armónico, podrás aliviar gran parte del malestar emocional, e incluso acabar con algunas dolencias físicas. Además, mejorarás tu estado de ánimo, subirá tu autoestima, y dispondrás de tiempo extra para dedicar a las tareas que tú elijas.
Autor: MuyInteresante.com