Los bebés están llenos de sorpresas que pocos conocen, pues durante el inicio de la vida fuera de la madre, todo el cuerpo funciona de una manera distinta. Conoce 4 curiosidades interesantes sobre los bebés.
No tienen lágrimas
Si algo describe a un bebé es su constante llanto, sin embargo, este no está acompañado de lágrimas. Durante las primeras semanas de vida, los bebés aún no tienen desarrollados sus conductos lagrimales.
A pesar de esto, gracias a las glándulas basales, los bebés mantienen sus ojos lubricados con una cantidad necesaria de lágrimas. Aproximadamente entre las 2 y 4 semanas de nacimiento los conductos lagrimales terminan de desarrollarse y aparecen las lágrimas en el llanto.
Sin bacterias
El cuerpo humano está repleto de bacterias necesarias para el correcto funcionamiento del organismo, sin embargo, los bebés nacen apenas con las bacterias presentes en la vagina de su madre, en caso de nacer por cesárea, adquieren las bacterias del lugar y personas alrededor.
Ahora bien, con el pasar de los días y a través de algunos componentes de la leche materna, los bebés van adquiriendo un nivel normal de bacterias que mejorarán su sistema inmune.
Vista blanco y negro
Los padres pasan mucho tiempo preparando las habitaciones de sus bebés, llenándolas de colores vivos, sin saber que sus bebés no son capaces de percibir colores más allá de las tonalidades blancas y negras.
Además, en comparación con un adulto, la visión de los bebés es de 20% al momento de captar movimientos y luces, debido a que algunas zonas de la retina y del sistema nervioso no se han desarrollado lo suficiente y no lo harán hasta los 4 meses de haber nacido, cuando ya tendrán una visión normal.
Leche
Aproximadamente 8 de cada 10 bebés, son capaces de secretar leche a través de sus pezones, sin importar su sexo. Esto es debido a que durante su crecimiento en la placenta, adquirieron una gran concentración de hormonas femeninas que mantienen durante sus primeras semanas de vida.
Tomado de: https://culturizando.com/4-curiosidades-poco-conocidas-sobre-los-bebes/
Autor: Juan Bacallado