Un estudio realizado por la Universidad Carnegie Mellon, en Estados Unidos, apunta a que casarse disminuye los niveles de estrés y aumenta la inmunidad.
Las pruebas fueron realizadas en laboratorio a partir de la recolección de saliva de 572 adultos saludables entre 21 y 55 años de edad durante tres días no consecutivos. Los resultados mostraron que los niveles de la hormona cortisol (liberada en momentos de estrés) son menores entre las personas casadas que entre solteros, divorciados y viudos.
El cortisol presenta picos en el período de la mañana y una reducción en el resto del día. Entre las personas casadas la disminución es más rápida, lo que significa menores riesgos de problemas cardíacos y mejor protección del organismo contra otras enfermedades.
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