Ivis Montoya, se dio cuenta de que su hija todavía estaba respirando dentro de la iglesia, en la ciudad de San Pedro Sula, Honduras.
Indignante caso
La bebé había ingresado en el hospital de Rivas en Villanueva con convulsiones, diarrea, hidratación severa y piel ampollada causada por una infección bacteriana.
A pesar del intenso tratamiento, Keilin fue declarada muerta tres días después y también se emitió el certificado de defunción.
Después de una vela, Keilin fue llevada a la iglesia en las cercanías de Dos Caminos para su funeral. Ivis dijo que colocaron el cuerpo de su hija en una silla en la iglesia porque “no teníamos dinero para un ataúd”.
Fue en este punto que la madre se dio cuenta de que su hija todavía estaba respirando.
Montoya regresó al hospital que había declarado muerta a su bebé, corrió a una clínica local donde el personal médico le administró algunos medicamentos y un grupo de apoyo de mujeres la persuadió a llevar a la bebé a la unidad pediátrica, según la prensa local.
Keilin fue llevada de inmediato a la unidad de cuidados intensivos donde se dice que está en una condición grave.
La directora del Departamento de Pediatría del hospital, Elba Campos, dijo que el incidente estaba siendo investigado, pero que era demasiado pronto para llegar a alguna conclusión.