El Ministerio Público y la Policía de Investigaciones de Chile allanaron hoy las dependencias de los obispados de Temuco y Villarrica, en la sureña región de La Araucanía, en el marco de las investigaciones de abusos sexuales por parte de sacerdotes.
La diligencia de allanamiento fue encabezada por el fiscal Ítalo Ortega, quien esta a cargo de la investigación por abuso sexual infantil contra religiosos de la región situada unos 650 kilómetros al sur de Santiago.
El allanamiento obedece a la negativa de los obispados de Temuco y Villarrica a entregar los antecedentes con los que contaban y que fueron solicitados por la Fiscalía.
Los sacerdotes indagados por el Ministerio Público son Pablo Isler Venegas, Juan Mercado Elgueta y José Bastías Ñanco, todos de Temuco y Mardoqueo Valenzuela, de la vecina localidad de Ángol.
A ellos se suma el presbítero Belisario Valdebenito Erices de Villarrica, quien también es investigado por denuncias de abuso sexual.
En la ciudad de Temuco, funcionarios de la Brigada de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones, allanaron primero las oficinas del vicario general de la Diócesis San José de Temuco, Giglio Linfati, donde incautaron carpetas con documentos y un computador y más tarde hicieron lo propio en las oficinas del obispado de Villarrica.
Estos allanamientos de los obispados de Temuco y Villarrica se suma al realizado por la Fiscalía el pasado 13 de junio en el Tribunal Eclesiástico de Santiago.
Ese mismo día también se desarrollaron diligencias en el obispado de Rancagua, hasta donde llegaron agentes policiales y el fiscal Sergio Pérez con una orden de entrada y registro emitida por el Tribunal de Garantía de la localidad de Pichilemu, que investiga las denuncias contra los curas de la zona, según fuentes de la Fiscalía.
El allanamiento tiene lugar el mismo día en que la Justicia chilena decretó la prisión preventiva del excanciller del arzobispado de Santiago de Chile Óscar Muñoz, acusado de abusos sexuales a menores, tomando así parte activa en los escándalos de la Iglesia católica en Chile.
Muñoz, de 56 años, tiene sobre sí una acusación de siete casos de abuso sexual y estupro contra menores, aunque él mismo reconoció abusos ante la Oficina Pastoral de Denuncias y fue separado de su cargo en enero pasado, dos semanas antes de la visita a Chile del papa Francisco.
En esta línea, el Arzobispado de Santiago mediante un comunicado negó que esa institución tuviera conocimiento previo de los hechos, a los que hizo referencia la autodenuncia que, sobre delitos sexuales, formuló el presbítero Oscar Muñoz Toledo.
Tras realizar una pormenorizada enumeración de lo sucedido, la institución niega haber estado al tanto de la situación, tal y como apuntaron algunos medios de comunicación.
“Por tanto, no es efectivo, como han informado algunas versiones de prensa, que el Arzobispado tuviera conocimiento de los hechos antes de la autodenuncia del presbítero Muñoz Toledo”, precisa el documento.
Los casos de abusos sexuales han conmocionado desde hace años a la Iglesia Católica chilena y el pasado junio el papa Francisco aceptó las renuncias de cinco obispos, luego de que 34 miembros de la Conferencia Episcopal de Chile le ofrecieron sus cargos tras ser citados a El Vaticano por el pontífice.
Fuente: EFE Noticias