Una nueva especie de avispa, desconocida para la ciencia, ha sido descubierta en la zona de transición extraordinariamente diversa que hay entre la cordillera de los Andes y la selva tropical de las tierras bajas de la Amazonia, en la parte occidental de esta región.
“El aguijón de la nueva avispa parasitoide, llamada Clistopyga crassicaudata, no sólo es largo sino también muy ancho en comparación con el tamaño de la especie. Hace tiempo que estudio las avispas parasitoides tropicales, pero nunca había visto algo así. El aguijón parece un arma feroz”, explica Ilari E. Sääksjärvi, de la Universidad de Turku en Finlandia y coautor del estudio de la nueva especie.
El aguijón es largo pero también muy ancho, lo que la hace única entre las avispas. Las avispas hembras usan su aguijón como una herramienta de doble propósito para poner huevos, y esta nueva especie no es diferente. Sin embargo, en lugar de depositar sus huevos en un área aislada o depositarlos sobre un enemigo derribado para que la larva pueda comer una comida rápida después de la eclosión, las especies recién descubiertas realmente inyectan sus huevos en los cuerpos de las arañas de las que se aprovechan, así como también como sacos de huevos de araña.
Antes de realizar la acción, la avispa inyecta a la araña anfitriona un disparo de veneno, inmovilizándolo pero sin matarlo. Los huevos son inyectados en su cuerpo y, cuando la araña descansa en un estado infernal de limbo, los huevos eventualmente nacen y la larva se abre paso desde el interior del cuerpo de la araña. Cuando se usa un saco de huevos en lugar de una araña adulta, los huevos de las avispas eclosionan ante las arañas y se deleitan con los arácnidos no nacidos.
Por otro lado los científicos comentaron que varias picaduras de esta avispa podría costarle la vida a un ser humano.
Fuente: National Geographic
