La mayoría de asteroides y meteoritos son esquirlas de cinco o seis planetas menores que se formaron durante la infancia del Sistema Solar, señala un estudio que publica hoy Nature Astronomy.
Al menos el 85 % de los 200.000 asteroides que hay en el cinturón interior de asteroides, ubicado entre Marte y Júpiter y la principal fuente de estos cuerpos que caen en la Tierra, proceden de ese puñado de planetas.
Para el 15 % restante también se pueden rastrear sus orígenes hasta el mismo grupo de cuerpos primordiales, según el autor principal del estudio y astrónomo de la Universidad de Florida (EE.UU) Stanely Dermott.
El profesor indicó, en un comunicado, que este descubrimiento es importante para entender los materiales que dieron forma a la Tierra, que es un planeta rocoso.
Este descubrimiento permite una mejor compresión de la historia evolutiva de los asteroides y los materiales que los forman, una información que “podría ser esencial para proteger la Tierra y a nosotros mismos de meteoritos del tamaño de la Estatua de la Libertad y asteroides más potentes que las bombas atómicas”, dijo.
Estos grandes cuerpos pasan cerca de la Tierra y por ello “estamos muy interesados en saber cuántos hay y qué tipo de materiales hay en ellos”, pues si “alguna vez uno se dirige hacia la Tierra y queremos desviarlo, necesitamos saber cuál es su naturaleza”, agregó.
El equipo de Dermott demostró que el tipo de órbita de un asteroide depende de su tamaño, lo que sugiere que las diferencias en los meteoritos encontrados en la Tierra se deben a los cambios evolutivos que ocurrieron dentro de unos pocos cuerpos precursores de gran tamaño que existían hace más de 4.000 millones de años.
Dermott aseguró que no le sorprendería si finalmente se concluye que ese pequeño grupo de cuerpos es el origen de todos los asteroides del cinturón principal y no solo de los que están en el cinturón interno.
Conocer la historia evolutiva de los cuerpos que formaron el primer Sistema Solar ayuda a los astrónomos teóricos a responder preguntas relacionadas con el lugar del Universo en que podrían existir planetas similares la nuestro.
Pero antes, indicó el experto, tenemos que entender los procesos que dieron lugar al planeta en que vivimos.
Fuente: EFE Noticias