Durante años, ha sido un estereotipo el hecho de que las personas que usan anteojos son más brillantes.
Ahora, una nueva investigación ha demostrado que quienes usan las especificaciones realmente son más inteligentes que las personas con visión perfecta.
Los investigadores de la Universidad de Edimburgo encontraron vínculos significativos entre la inteligencia y la visión deficiente mientras llevaban a cabo el estudio genético más grande del mundo sobre la función cognitiva.
El estudio analizó datos genéticos de 300,486 personas de entre 16 y 102 años que habían participado en 57 estudios en Australia, Europa y América del Norte.
Los involucrados participaron en una variedad de pruebas de pensamiento, y los resultados se sumaron en un puntaje de capacidad cognitiva general.
Los que obtuvieron los puntajes más altos en las pruebas cognitivas tuvieron un 30 por ciento más de probabilidades de necesitar anteojos, en comparación con aquellos que obtuvieron malos puntajes.