Desde la rama de la psicología, se ha investigado mucho el campo del amor y las relaciones amorosas, es un tema que nos ha generado muchas dudas dada la complejidad de su origen y la necesidad de comprender las dinámicas de pareja. Gracias tantos años de estudio, podemos ofrecer las siguientes razones por las cuales nos cuesta mucho conseguir pareja:
Temer al fracaso
Quizás hemos tenido malas experiencias con otras personas y no queremos volver a repetir esa vivencia. Es probable que temamos no ser suficientes y dicho miedo se ve reflejado en nuestra manera de actuar. Si nos comportamos con miedo no atraeremos a aquellas personas que podrían ser, potencialmente, individuos importantes en nuestra vida.
Extrema timidez
Las personas introvertidas se caracterizan por tener menos lazos sociales que la gente extrovertida. Eso no implica que no puedan tener relaciones íntimas y una pareja estable, sin embargo, se relaciona con dificultades para entablar vínculos y, como consecuencia, dificultad para encontrar pareja. La timidez extrema se puede manejar de modo que, desarrollando las habilidades sociales adecuadas, podamos establecer relaciones afectuosas y, con el tiempo, logremos encontrar el amor.
Autoestima Baja
La baja autoestima está relacionada con las conductas inseguras y el miedo a relacionarse con los demás, tener baja autoestima es uno de los síntomas de la fobia social o del trastorno de personalidad por evitación. Es importante aprender a fortalecer la autoestima para conseguir una buena red social de apoyo que nos permita formar vínculos afectivos de pareja
No estar dispuesto al compromiso
Otra de las razones por las que nos puede costar encontrar una pareja puede residir en un miedo inconsciente al compromiso, tener pareja implica estar dispuesto a cambiar muchos aspectos de nuestra vida, significa tener en cuenta a otra persona en nuestras decisiones y compartir nuestras emociones sin tapujos. Para muchas personas, aunque cueste admitirlo, el compromiso es algo complicado y por ello evitan (de manera consciente o inconsciente) entablar una relación estable de pareja.