Es costumbre que en la mayoría de bodas la novia tome su ramo nupcial y colocándose de espaldas lo tire hacia un grupo de hombre solteros; el que lo agarre será el próximo en casarse, dicen, dicen…
El ramo no fue el problema, pero algo tuvo que ver
¿Qué podría pasar con un grupo de hombres borrachos, muy cercanos en un área muy pequeña? Eso precisamente fue lo que no pensaron las novias de los más de 20 hombres que se liaron a patadas y puño limpio y esto sucedió:
Al final el hombre que recibió la patada en la cabeza logró incorporarse y el resto se tranquilizó, lo que no sabemos es quién logró agarrar el ramo ?