Muchas personas tienen un color favorito, pero lo que pocas saben es que estos pueden afectar nuestros comportamientos, incluso ayudarnos a perder peso.
El estudio Exciting Red and Competent Blue publicado en Revista de la Academia de Ciencias de Marketing explica que nuestras compras de productos alimentarios se ven afectadas por los colores y que incluso podemos percibir de manera diferente una marca por esta razón.
Aunque existen varios factores culturales que pueden modificar la relación con el color y cómo este afecta nuestro comportamiento, el libro Health and Fitnessexplica en concreto que el tono de las paredes puede cambiar tus hábitos alimenticios.
El libro expone que muchos restaurantes pintan las paredes de sus locales de amarillo, rojo y naranja para promover el apetito y que los consumidores pidan más platillos. Sin embargo, también existe el efecto contrario: puedes inhibir el hambre con el color azul. De hecho, si usas luces azules en tu cocina es probable que comas 33 % menos.